5.*Hidan*

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Con una sonrisa se levantó de su cama. Ya habían pasado dos semanas desde el pequeño incidente en el trabajo, Deidara dejó de ir por un determinado tiempo, sabía que esto afectaría su sueldo de pago a fin de mes, sin embargo trataba de dejar de pensar en eso, no quería preocupar a sus hermanos por ello fingía no importarle.

Tomó su uniforme de trabajo, una toalla y se adentro al baño a ducharse. Le relajaba sentir el agua fría en su piel, era mucho mejor que sentir un caldo caliente y quemarte casi todo el rostro, sin duda alguna era perfecta.

<<Arrepiento>>

Arrepiento. No, no era nada de lo que sentía, sabía que existía una razón para que su amigo no haya querido tomar la orden de esa mesa ¿Tal vez no quiso ver a alguien o no quería que alguien le viera? Pronto descubriría el porqué. Hidan, quizá sea un loco fanático de las fiestas, que no le teme a nada, sin embargo ese día se notaba algo decaído e incluso triste. ¡Pero Deidara siempre tiene una sonrisa con la que poder ayudarte!

Termino de ducharse y de vestirse, se miraba en el espejo, la mayoría de las quemaduras ya habían desaparecido, pero no algunas de su ojo, por ello las cubría con un mechón de cabello. Bajó a preparar el desayuno, hoy ya podía volver a trabajar, cómo bien no quería dejarles todo el trabajo a sus hermanos, mientras que él permanecía en la casa sin hacer nada.

- Deidara te has levantado temprano hoy.– Dijo mientras se sentaba en una silla frente a la mesa.

- No me gusta estar sin hacer nada, además ya mañana es el cumpleaños de Naruto. Quiero comprarle un regalo más...– Termino de acomodar los platos en la mesa.

- No entiendo, ¿Ya le tienes un obsequio?

Deidara sonrió, no le diría a Gaara del regalo de Naruto, ya que es una sorpresa, pero estaba seguro de que le gustaría. Termino de colocar la mesa, el pelirrojo le seguía mirando aún más confundido que antes, pero no le dió importancia.

- Ve por Naruto– Dijo, Gaara se levantó y de fue por el rubio.

~•°•~

La suavidad de sus pasos al caminar llevando una gran charola en su mano, era como ver una pequeña ave con heridas en su pequeño cuerpo, la hermosa sonrisa le hacía ver a un más doloroso... Era bellísimo, pero había algo que le hacía ver triste, sin embargo eso no era algo que le opacará, su rubio cabello al igual que sus hermosos ojos azules, llamaban la atención del cualquier persona.

- Aquí está su orden– Elegantemente bajo la charola y Comenzó a acomodar los platillos.– DougieDog es una gran elección señorita– Sonrió mientras veía al grupo de chicas– Crispy Wrap es delicioso espero que lo disfruté..

- Es un platillo riquísimo.– Sonrió mientras veía a Deidara acomodar los otros platillos de las demás– ¿Qué nos podrías recordar para beber?.

- Hay vinos o cócteles... ¿Qué les gustaría, algo fuerte quizá?– Sonrió.

- Un vino estría bien, pero hoy no podemos tomar algo fuerte...– Su miraba no se despegaba de la de Deidara haciéndole sentir incómodo.

- Entiendo, en ese caso Sutter Home Moscato sería el vino indicado.

- Me parece bien– Hablo la otra chica– ¡Muy bien trae un botella!– Deidara soltó una leve risa e hizo una inclinación.

El Mesero [ItaDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora