30.*//Ella//*

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Miraba entretenido a Itachi que estaba sumergido en su trabajo, ya habían hecho las maletas para ir de vuelta a casa, viajarían al atardecer. Algo en su corazón palpitaba demasiado, de hecho podría jurar que desde el supuesto secuestro que vivió su corazón se ha estado comportando un poco raro.

Ladeó su cabeza un poco y siguió mirando a Itachi en silencio ¿Qué estaba ocurriendo? Aveces sentía preocupación o enfado y no lograba entender porqué, apretó sus labios y miró sus manos, odiaba esa sensación de desespero, odiaba sentirse así y no saber que hacer.

«Tal vez es porque no ha visto a Naruto y Gaara»

Sí, tal vez es eso.

Suspiró y se dejó caer en el sofá, se hizo bolita y evitó mirar al Uchiha. Trató de dormir un poco pero no lo logró, volvió a suspirar.

- ¿Qué tienes Dei?

Se sorprendió al escuchar la pregunta.

- ¿Yo?

- Sí, tú.

Deidara no respondió y volvió a suspirar. Tal vez lo que realmente quería era la atención de Itachi y ahora se avergonzaba por eso. 

- Itachi.– Le llamó despacio.

- Dime...

- Itachi

Itachi se puso de pie y se acercó al otro sofá de la sala donde Deidara estaba acostado.

- Me gustas mucho.– Le susurró al llegar a su lado.

Deidara se puso rojo al instante y escondió su rostro entre sus brazos.

- Itachi.– Volvió a decir.– Hay algo que me gustaría pedirte...

- ¿Qué es?

- Quiero tu...tus...la, podrías...uno solo...

Itachi al escucharle soltó una carcajada al notar por primera vez a Deidara nervioso y poco coherente en sus palabras.

- ¿Quieres un qué? Deidara.

Deidara muerto de la vergüenza le jaló del pantalón y suspiró tomando valor para decir lo que había estado queriendo.

- ¡Quiero un beso!

Itachi le tomó del mentón y junto sus labios, le besó por largo tiempo, lamió su labio inferior como pidiendo permiso para que su lengua entrará a su boca, Deidara entre abrió sus labios.

- Si supieras lo que deseo ahora mismo juraría que me odiarias.

Deidara se lamió el labio sin estar consiente de la reacción que provocó en Itachi. 

- ¿Así es como besas a todos?

Itachi se soltó riendo y negó con la cabeza.

- Besar no es un pecado.

- Pero besar a muchos si lo es. ¿No has escuchado de fidelidad?

- ¿Quién te ha dicho eso?

- ¿Eso importa? No importa quién me lo haya dicho, pero al parecer te encanta ir por uno y después por otro.

- Ya basta.– Dijo molesto.

- Sí, como tú digas, después de todo soy un simple mesero que dejaras y te irás en busca de una nueva presa.– Dijo en tono de burla.

Itachi molesto le jaló de la nuca y le besó con la esperanza de que dejara de hablar. Después tendría tiempo de investigar quién fue el imbécil que le dijo eso. Por ahora se concentraría en borrar eso de la mente de Deidara.

El Mesero [ItaDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora