El Mesero [ItaDei]

13.*Reservación*

- Gaara muévete, no me das campo.- Picó su mejilla mientras que con los pies le empujaba hacia otro lado.- Siempre duermo abrazando la pared. O me das campo o te tiro al piso.

- Naruto cállate, quiero dormir.- Deidara se dió la vuelta.- Duerme en los pies si tanto te duele besar la pared.

- No es justo.- Infló los cachetes.- Si no te mueves, yo te muevo.- Susurró, se sentó de espalda contra la pared y con sus pies comenzó a empujar a Gaara.

- ¡Naruto, déjale dormir!- Deidara prácticamente le gritó.- Ven y duerme conmigo, y por lo que más quieras cállate.- Palmeó su lado izquierdo.

Naruto sonrió y se levantó despacio para no despertar a Gaara. Con mucho cuidado le acobijó y le arrebató su almohada, se dejó caer al lado de su hermano mayor.

- Te bajo de una patada si te mueves mucho ¿Me escuchaste?

- Me caes mal.- Cerró sus ojos y se dió la vuelta.- Lo más probable es que tú termines en el suelo.

- ¿Qué dijiste?

- Buenas noches Dei_Nii.

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Para recuperar la empresa de Mikoto Uchiha, hay que acabar con los Haruno. Una gran e importante empresa en manos de las personas más odiadas por la familia Uchiha, unas semanas antes de la muerte de Mikoto los Haruno eran accionistas en la empresa, y cómo tal Itachi al igual que Sasuke no tenían la mayoría de edad para heredar una empresa de esa magnitud.

Se sometió a juzgado quién quedaría al mando de la empresa, para ese entonces Mikoto ya había fallecido, la familia Haruno no era nada en comparación a la familia Uchiha. Sin embargo lograron acceder de alguna manera al testamento de Mikoto para así quedarse con la empresa. Cuando el día del juzgado llegó todos sabían que la empresa quedaría en manos de Itachi.

Sin embargo el juez le cedió el mandó al padre de Sakura, Itachi quien sabía que en el testamento de su madre decía que la empresa sería heredada a Sasuke y a él, no entendía como era posible que el juez dictara que la empresa quedaría en manos de ellos y más importante de personas sin sangre, ni apellido Uchiha.

Cómo era de esperarse se negó a dejarles las cosas fáciles. Salió del juzgado e inmediatamente contrató a una persona que fuese capaz de investigar a todos ahí dentro. Unos días después se enteraron que los Haruno sobornaron y amenazaron al juez para que les cediera la empresa.

- Si ya están listos es hora de irnos.- Dijo Sasuke mientras se arreglaba la corbata.

- Eres un maldito, Sasuke.

- ¿Acaso yo tengo la culpa de que sean unos idiotas? No les toma mucho tiempo cambiarse, desde que llegó Shisui les recordé que hoy tendríamos una cena con los abogados.

- ¿Sabes? creo que sería la ocasión perfecta para que consigas una linda rubia, ojos verdes y cabello largo.- Bromeó Sai.

- Odio a los rubios.

Sai le miró burlón y negó con la cabeza, lo más probable fuera que se casará con un rubio si seguía así. —El karma— Pensó Sai.

- Ya estamos listos.- Entró al salón Shisui con su mano derecha entrelazada con la de Sasori.- ¿Ya nos vamos?

- Digamos que el señor no me gustan los rubios y yo, ya estamos listos. Itachi nos verá en el restaurant.