11.*El novio de Sasori*

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Sujetó con más fuerza la gran charola que traía en el hombro izquierdo, bajó las escaleras casi corriendo, era la segunda vez que le hacían volver a por algo en la cocina. Llegó a la mesa número doce, hizo una pequeña inclinación y dejo los platillos.

- Espero que disfruten de su comida.- Deidara se despidió y comenzó a caminar devuelta a la barra.

Hoy no era su día, las propinas eran escasas. No entendía cómo es posible que gente con muchísimo dinero no se dignara a siquiera dar el diez porciento de propina, era realmente ridículo. Se dejó caer en la mesa de piedra, sólo esperaba que no llegase nadie a molestar.

- Un Whisky.

Y ahí está, es como si hubiese invocado a alguien para que le viniese a molestar. De mala gana se reincorporó y se dió la vuelta, ganas no le faltaban de echarle el veneno para ratas de un lado de los licores. Suspiró no tenía ganas de meterse en problemas por haber intoxicado a alguien.

- Su Whisky, señor.- Dejo el vaso y se dió la vuelta.

Decidió dar una pequeña limpiada a una de las botellas de vino, se agachó para sacar uno de los pañuelos, al levantarse sintió un pequeño jalón.

- Deidara eres un descuidado.- Le dijo Hidan que le jaló del brazo.- Ese tipo te estaba mirando el trasero y tú parece que le dabas un bueno espectáculo.

Deidara le miró con una ceja en alto, no se había dado cuenta de eso. Ahora agradecía que Hidan se lo hubiera dicho... No era la primera vez que alguien mayor le miraba el trasero o que le tocaba "accidentalmente" aunque claro que no podía quejarse o sino se quedaba sin trabajo.

- Oh... Últimamente han llegado puros viejos pervertidos.- Acomodandó su cabello rubio hacia atrás.

- Ni que lo digas, hace rato me agarraron del culo.- Dijo Hidan.- Y lo peor de todo fue que era un viejo horrendo.

Deidara no soporto la risa y comenzó a reírse de su amigo que estaba haciendo caras de asco.

- Muy bien ustedes dos. Pónganse a trabajar.- Su jefe había llegado a su lado.- Deidara tengo una pregunta.

- ¿Qué se le ofrece, Neji? .- Se acercó a su jefe.

- ¿Por qué Gaara no ha llegado? Digo... Cómo que ya es muy tarde.

- Se encuentra enfermo... Volvió a darle una fiebre horrible, de milagro no tuvimos que llevarle al hospital.- Tomó su comanda y la guardó en el bolsillo de su uniforme.

- ¿Mañana vendrá? .- Preguntó con la mirada fija en una mesa fingiendo que no le importaba.

- Tal vez...

- ¡No! ¡Quiero una respuesta exacta! .- Deidara le miró con el ceño fruncido y le aventó con la franela.

- No sea estúpido. Mejor vallase y busque una esposa...- Dijo entre dientes.- Devuélvame mi pañuelo.

- Deidara no te despidió solo por qué...

- Porque mis clientes les gusta verte...- Hizo la voz más chillona y moviendo sus caderas intentando inmitarle.

Hidan estalló en risa al solo ver la discusión casi normal de todos los días de su jefe y del rubio. Se sostuvo su estómago tratando de no ahogarse de la risa.

- Muy graciosos.- Se dió la vuelta dejando al par de afeminados riéndose.- ¡Consigan novio ustedes! Les hace falta que les den, haber si así dejan de hablar estupideces.

- Estúpido hablando de estupideces.- Dijo Hidan con toda la gracia del mundo.

Neji decidió ignorarles y seguir con lo suyo, ya después vería si Gaara se encontraba mejor. Mientras tanto Deidara seguía riendo, hasta que su mente hizo clik y recordó lo que le quería preguntar a su amigo.

El Mesero [ItaDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora