El Mesero [ItaDei]

14.*Matrimonio*

Sasuke miraba a todos con el ceño fruncido, se suponía que Itachi ya debería de haber llegado, sin embargo aún no lo había hecho. Hace más de media hora que debieron de haber comenzado con su reunión pero faltaba la persona más importante; Itachi.

Ya aburrido comenzó a mirar a las persona que se encontraban a su alrededor, preguntándose a qué hora llegaría cierto rubio. Cuando ya se había decidido ir a buscarle le miró bajar corriendo las escaleras, le hubiese dado igual si no hubiese escuchado como llamada a gritos a su hermano.

- ¿Qué está pasando?.– Pregunto Obito.

Sasori se estaba poniendo de pie, sin embargo Deidara apareció corriendo de la nada, las personas a su alrededor comenzaron a murmurar cosas sin sentido, que al parecer ninguno de los dos rubios se dió cuenta. Sin pensarlo más, se levantó de su asiento para después caminar a su dirección.

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Sasuke prefirió no preguntar nada más y decidió esperar a que se calmara, al menos tenía la certeza de que nadie les estaba viendo así era mejor para él y el rubio. Estaba claro que no entendía casi nada de lo que decía, sin embargo decidió dejarle llorar a gusto. Suspiró al sentir que le apretaba más fuerte y él repitió la misma acción, dándose cuenta que Naruto era suavecito.

- ¿Ya te cálmaste?.– Le apartó levemente.– Ahora explícame que es lo que te pasa.

Naruto se limpio la nariz con su manga y se apartó de Sasuke.

- No tengo por qué decírtelo.– Se cruzó de brazos.– Deja de ser un metiche, y vamos a tu mesa.

- Hay algo mal, tu cuerpo no se siente exactamente como el de un hombre cuando te abrase. Eres blandito.

Naruto se tensó y aparto la mirada.

- Serás estúpido, pero yo, y mi cuerpo somos totalmente normal.– Levantó una ceja.– Supongo que no te acuerdas de nada ¿Verdad?– Sasuke le fulminó con la mirada.

- Créeme que soy perfectamente capaz de recordarlo todo sino vas y atiendes al grupo que viene conmigo.– Señaló con su mano, Naruto se frotó la cara con uno de sus brazos y respiró hondo antes de avanzar siendo seguido por Sasuke.

Recurrió a toda su fuerza de voluntad para no caer de rodillas, pase a estar un poco "dolido" con la noticia de su padre, tenía que seguir manteniendo su sonrisa... Al final y al cabo, su padre ni siquiera les recordaba.

- ¿Les puedo atender?.– Preguntó cortésmente.

- ¡Naruto! .– La mirada del rubio viajó hasta la voz proveniente y pronto se arrepintió de hacerlo.

- Vaya, el acosador de Gaara.– Susurró.

- Dime ¿Cómo ha estado Gaara?.– Se escuchaba preocupado.– He querido ir a verle, pero no he tenido tiempo.

- Y espero que no lo tengas.– Volvió a susurrar.– ¿Les puedo tomar su orden?

- ¿Alguna recomendación? .– Pregunto con una media sonrisa.

Naruto les ofreció los platillos que comúnmente dice cuando le piden una recomendación, claro que los platillos que ofrecía siempre son los más caros.

- ¿Sería todo?

- Puedes traernos unas copas del mejor vino que tengan.– Pregunto el azabache al lado de Sasori.