El Mesero [ItaDei]

20.*Hotel*

La risa de Deidara confundió al azabache, creyó que estaba por llorar, pero el rubio sorpresivamente reía, tal vez solo fue un susto el que pasó.

- Estoy bien. No te preocupes itachi.– Sonrió.

- Pero...

- No importa ¿Nos vamos? – Preguntó al mismo tiempo que daba unas palmaditas en el brazo a Itachi.

Itachi lo dejo pasar por está vez, se subieron al auto y mientras se acomodaban en sus asientos no dejaba de mirar a Deidara buscando alguna prueba de que se sintiera mal, pero lo único que pudo encontrar fue una hermosa sonrisa y unos ojos azules que le miraban con calma.

- Compré algunas cosas que pensé que te gustaría.– Señaló con la mirada unas bolsas que había en la parte de los asientos de atrás.– Come lo que quieras.– Dijo para después comenzar a conducir.

Deidara se giró para alcanzar una de las bolsas, tomó unas galletas y volvió a dejar la bolsa donde estaba anteriormente.

- Comeré galletas, gracias Itachi.– Este solo asintió y siguió conduciendo.– Te diré algo, no tienes que preocuparte demasiado, estoy bien. Solo fue un pequeño susto, pero ya todo pasó, a un así agradezco tu preocupación.

- Cuando ocurra algo similar o cuando pase cualquier cosa, no importa qué, puedes venir a mi, yo te ayudaré en lo que sea.

Por la mente de Deidara pensaba en las palabras de Itachi "entonces si le contara lo de mi padre ¿Me ayudaría a encontrarle?"  Tal vez ya no lo necesitaba, después de todo creció sin ayuda de nadie, pero por alguna razón le importaba saber si su padre seguía vivo o si ya había muerto en aquel entonces.

- Bueno, si mis padres estuvieran creo que nunca hubiera conocido a Gaara.– Susurró para si mismo.– O tal vez ni siquiera estuviera aquí.– Pensó.

- El camino será largo, después de un rato puedes dormir.

- ¿Por qué? Todavía es de día.– Preguntó confundido.

- El paisaje de noche es mucho mejor que el de día, y si quiero que estés despierto a esa hora, tienes que dormir.

Deidara asintió sin replicar nada y decidió terminar de comer sus galletas.

•°•

- Naruto, Naruto ya levántate.– Le removía.– ¡Naruto!

- Mmhmm.– Se quejó.– Gaara.

- Te buscan.– Avisó al lograr despertarlo.– Apúrate.

- ¡¿Quién es?! – Gritó Naruto para que le pudiesen escuchar pero sin levantarse de la cama.– ¡No estoy en casa!

Se dió la vuelta acomodándose y tapándose hasta la frente con la cobija, Gaara solo negó y se dió la vuelta encontrándose con la visita de Naruto, Gaara entendió la seña que él hizo y decidió salir del cuarto.

Sasuke con calma se acercó a la cama del rubio con toda la intención de despertarlo, con cuidado de no hacer ruido caminó hasta la cama donde al llegar pensó en algunas distintas maneras de despertarlo y optó por la mejor opción que se le ocurrió.

- Naruto.– Susurró.

Al ver que no le hacía caso se dejó caer encima del rubio, escuchó como se quejaba debajo suyo, Naruto comenzó a patalear queriendo bajar al azabache de encima al no poder hacerlo se comenzó a quejar aún más recio. Sasuke pensaba que está era su venganza por haberlo despertado aquella vez.