Capítulo. 28 | Espinas en el corazón

21.4K 1.1K 119
                                    

Audrey White.

—Me encantas, Audrey.

Su confesión me conmovió internamente, pese a eso, una preocupación más alarmante me desenfocó de los tiernos sentimientos que empezaron a surgir. Habíamos olvidado usar los anticonceptivos, nos dejamos consumir por la picardía y el deseo hasta arriesgarnos en el sexo.

—Thiago, lo hicimos mal.

Ceñido ladeó su rostro como un cachorro confundido y me miró esperando respuesta, —¿No te gustó?

Nuestra amena cercanía seguía siendo una debilidad para mí, estar a su lado despertaba un sentimiento dulce en mi pecho; no era lujuria, tampoco deseo, era algo más que la pasión que quemaba nuestro pudor convirtiéndolo en cenizas.

Tenía miedo de lo que sentía, lo quería de una forma tan intensa que era sencillo salir lastimada si él así lo deseaba y lamentablemente necesitaba seguir ocultándolo para mantener mi corazón a salvo de sus espinas, porque así era Thiago, tenía espinas en el corazón.

—No. Digo, si me gustó —aclaré tartamudeando cada frase que decía. —Ese no es el asunto, me refiero a que... Tuvimos un descuido.

—¿Un descuido?

—Olvidamos los condones.

Fue indiferente y eso me incomodó. Por un instante imaginé que no le importaba, luego sus hoyuelos se marcaron al emitir una carcajada entre dientes, la situación pareció causarle gracia y fue confuso entender su actitud burlona.

—No es nada.

—¿No es nada? —Repliqué con la misma pregunta y algo más de sarcasmo. —Eres consciente de que podría embarazarme y tú... ¿Solo te ríes?

Lo miré como si fuera un lunático.

—Eso no debe preocuparte conmigo, pequeña.

Sus dedos acariciaban mi abdomen haciendo un camino invisible desde mi ombligo hasta mis senos descubiertos. Seguía montándolo. Continuaba encima de su pene ya no tan erecto.

—¿Estás loco? Necesito la píldora —dejé en claro.

—No necesitas píldoras, Audrey.

Lancé un comentario irónico haciendo énfasis en el apodo que Jhoanna le había asignado a Thiago—: ¿Dónde se desactiva el modo comediante, "honey"?

—No estoy bromeando —admitió volviendo a reír, mientras arropaba mi zona mamaria con sus manos. Mi estado nervioso le divertía y la verdad era que no entendía el por qué.

Lo miré nuevamente analizando con detenimiento su rostro, perspicaz me concentré en los detalles de su tez pálida. Sus ojeras eran cada vez más pronunciadas, ya no tenía la ligera barba de hacía unos días, pero, aunque su piel lucía impecable y bien cuidada, no dejaba de verse agotado y preocupado.

—Entonces ¿Por qué si tu semen está dentro de mí no voy a embarazarme?

—Soy estéril —confesó.

Con esa dicción lo entendí todo, pero a la vez quedé impactada, asimilando lo sucedido. Thiago me había llevado a su departamento con la intención de buscar preservativos para luego admitir que no eran necesarios. Eso sí que era cuestionable, por lo que sin pensarlo dos veces adopté una pose firme para empezar a invadir con mis preguntas.

—¿Estás diciéndome que todo eso de venir aquí para buscar condones fue una farsa?

—No lo fue —asumió dándole pequeñas caricias a mis pezones—. Realmente iba a usar condón para que te sintieras segura, pero todo se fue a la mierda.

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora