Enamorada Del Peligro {Libro 1}

Capítulo. 21 | Honey.

Audrey White.

Cerca de él mi estómago era un caos, era como tener miles de hormigas haciéndome cosquillas dentro hasta que lo único que se siente es el impulso de vomitar; era difícil de asimilar todo lo que podía llegar a sentir cuando Thiago estaba cerca.

Mi relación con él se basaba en un extraño odio fingido que no siempre era capaz de fingir, cuando el verde de sus ojos se apoderaba codiciosamente de mí, se me hacía imposible pensar en odiarlo... Thiago era como un demonio que, antes de llevarte al infierno, te hacía sentir en el cielo.

El Masquerade estaba a pocas horas de comenzar, me ubicaba en el living del hotel en espera de la limusina que me trasladaría hacia el evento; era una de las invitadas de honor, por lo que era parte del protocolo la asistencia que recibía. 

Bloqueando mi paso dejó caer a un lado su chaqueta, sus pasos siguieron avanzando hasta mantener una distancia prudente.

—¿Por qué no puedes mirarme a los ojos y ser sincera?

—No te lo mereces, en ningún momento fuiste sincero conmigo.

Tenso la mandíbula, sus pupilas se movían de un lado a otro analizando mis expresiones faciales, —existen muchas cosas con las que no he sido honesto, pero siempre te fui sincero Audrey.

No creía en sus palabras, Thiago no me daba la impresión de ser alguien sincero... No después de la conversación que escuché esa tarde.

—¿Cuál es la diferencia? —Hice una pausa—. Si en ningún momento te dignaste a decirme todo lo que estaba pasando.

—Audrey...—Suspiró recargando fuerzas, como si se preparase para dar un montón de explicaciones en una sola bocanada de aire.

Experimentando un profundo sentimiento de decepción e ira no le permití continuar.

—Ni siquiera fuiste sincero con ella... Y no eres sincero cuando engañas a quien quieres, Thiago —alegué en referencia a Jhoanna. Era evidente que era a ella a quien Thiago quería de verdad.

Una mueca de espanto abarco su rostro, de un momento a otro demostró estar más que confundido con mi reciente dicción.

—¿De qué hablas?

—Escuché todo en la puerta de tu oficina, sé lo que existe entre tú y Jhoanna.

En una acción ágil y dominante tomó mi muñeca con fuerza llevándome consigo hasta su oficina, la cual quedaba a pocos metros de distancia. Actuó poco o más o menos como si mis palabras fueran un riesgo que debía extinguir rápidamente.

Una vez dentro de su oficina reanudó la conversación.

—¿Qué acabas de decir? —Interpeló firme.

Permanecí en silencio. No sabía distinguir del todo su postura, ¿Era agresiva, dominante o simplemente estaba serio?

Inhalé aire disponiéndome para hablar, pese a intentarlo no pude. Creí que si lo hacía podía meterme en otros asuntos incómodos de enfrentar y no estaba preparada para eso.

» ¡Quiero escucharte! —Alzó la voz dándole un repentino golpe a su escritorio. No pude evitar temer al verlo en aquel estado, notaba como su estabilidad y paciencia eran de extinguirse.

—Serás papá. Tendrás un hijo con la mujer que amas, mientras que cada mujer que te abre las piernas simplemente lo aprovechas.

Me sentí estúpida por meterme en su vida. Enlazó una penetrante mirada que hizo que mi piel se erizara, no se observaba abrumado ni con remordimiento, sino que parecía estar confundido y dudando de mi estabilidad mental.