Capitulo. 3 | Códigos de peligro.

51.5K 3.3K 1.2K
                                    

Audrey White.

««¿Estoy loca o ya lo había visto antes?»»

Fue lo que pensé al examinar con mucha más atención la definida y masculina silueta del joven que me observaba desde el balcón, sus ojos eran como afiladas y mordaces cuchillas que te estocaban sin piedad, mientras que su mirada parecía que quisiese devorarme, engullirme o fulminarme.

Su intrigante mirada se desvió repentinamente, posándose misteriosamente sobre un joven de capucha oscura que estaba a unos pocos metros de distancia observando todo el panorama discretamente, su presencia era extraña y singular.

—¿Me estás escuchando, perra? —Luego de unos segundos volví a escuchar la voz de la amenazadora y bravucona chica de cabellera oscura que se encontraba frente a mí.

—Yo... —Intenté hablar, pero las palabras no salían de mi boca.

Visualicé una enorme sombra llegar a mi lado, tragué saliva y voltee hacia atrás encontrando nuevamente al chico de capucha oscura. Su tez era pálida, —muy pálida—, sus ojos eran oscuros y profundos, mientras que sus labios lucían jugosos e hidratados.

—Melany, basta. —La voz seca y fría del chico resaltó en aquel ambiente.

Colocó de manera defensiva su masculina y cicatrizada mano en el hombro de la chica, deteniéndola, mientras que las miradas de todas las personas continuaban en nosotros, mientras que yo solo podía observar con curiosidad y atención la extraña cicatriz de su mano.

Era una cicatriz llamativa y peculiar, tenía varias heridas similares, con la misma secuencia, parecían haber sido ocasionadas intencionalmente... Y eso fue lo que llamó más mi atención.

—Es suficiente. —Volvió a hablar mirando directamente a la chica que por lo que suponía, su nombre era Melany.

Ella dio un paso hacia atrás obedeciendo al chico, su actitud agresiva y dominante fue disminuyendo ante el tacto del joven a su lado, sus ojos pasaron de estar enojados y furiosos a calmados y aliviados. Sentí como en un segundo mi respiración volvió a su frecuente y normal ritmo, no obstante aún me sentía incómoda y amenazada, así que por igual decidí dar un paso hacia atrás.

—Vamos... —Susurró llevando su cicatrizada mano hacia el brazo de la chica intentando llevársela lejos de allí—. Fue suficiente, hiciste un buen trabajo, Peligro está satisfecho.

Espera ¿Qué? ¿Cómo que hizo "un buen trabajo"?

La curiosidad me carcomía.

Ella alzó la barbilla llevando su mirada directamente hacia el balcón del club, observando con empatía al joven de ojos verdes que desde las alturas había estado admirando todo, le sonrió y asintió. Luego de unos minutos suspiró levemente, empezando a caminar junto al otro joven que se encontraba a su lado, ambos iban de la mano, alejándose del club nocturno.

—Tía, de la que te acabas de salvar. —Escuché la voz de otra fémina a mi lado. —Esa cabrona te iba a moler.

La burla en su tono fue suficientemente como para que quisiese huir de allí, era fastidioso escuchar comentarios sobre lo sucedido. Desubicada, continué buscando a Arianna entre la marea humana en la que me encontraba, sin obtener respuesta alguna.

—¡Arianna! —Vociferé creando un tipo de megáfono con mis manos.

Mis ojos estaban inquietos, mis pies continuaban avanzando sin rumbo alguno, hasta que el frío y áspero tacto de otro muchacho me detuvo, —¿Estáis buscando a tu amiga?

—¿Qué? —Fruncí el ceño sin haber entendido del todo su pregunta debido a todo el bullicio que reinaba en aquel lugar—, ¿Quién eres?

—Pregunté, ¿Que si buscas a tu amiga? —Repitió haciendo contacto visual conmigo.

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora