Capitulo. 13 | No estás sola.

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Audrey White.

Mi día empezó bien, hasta que tuve que lidiar con él.

—Hola, preciosa —habló a mis espaldas. Cerca de mi nuca, aspirando la fragancia de mi perfume Chanel.

No hizo falta que me diera la vuelta para saber de quién se trataba, era el joven alto de pelo azabache, ojos oscuros como la noche y mano vendada.

Inquieta lo encaré, volví a ver sus oscuras esferas, su espeso cabello caía sobre sus cejas mientras que una sonrisa se dibujaba en sus labios.

—¿Tú de nuevo?! —refuté azorada mirando a mí al rededor para confirmar no estar siendo vigilada por mi chofer— ¿Qué haces aquí?

Me encontraba en un elegante restaurante de la ciudad en donde Jhoanna había reservado; Pensó que sería un buen lugar para debatir el tema del contrato.

—Tienes que irte —añadí intentando empujarlo hasta la salida—, Nicholas no puede verte aquí conmigo.

—¿Nicholas? —indagó.

—Es mi chofer.

—¿Y por qué no puede verte conmigo?

—¡Porque va a pensar que eres el que me vende la droga! —Escupí sin ataduras. Y vaya error. Me cubrí la boca inmediatamente, miré a todas partes para ver si todos se habían percatado de lo que dije, pero para mi suerte la gente seguía con sus vidas disfrutando de la noche entre risas, brindis y música.

Él mantuvo silencio mientras que ambos nos mirábamos fijamente a los ojos.

—Lo siento —dije avergonzada. Tomé una bocanada de aire y tomé asiento, le eché un vistazo a mi reloj percatándome de que faltaban diez minutos para la llegada de Jhoanna.

El chico tomó asiento a mi lado. La mesa era bastante amplia, los asientos acolchonados y espaciosos, la higiene destacaba en el lugar, era sencillo para cualquiera sentirse en confort.

—¿Lo haces?

Le miré confundida sin entender su pregunta, —¿hacer qué?

—Drogarte.

Desvié la mirada, sintiéndome incómoda y un tanto juzgada. Mi incómodo silencio fue una respuesta para él, quien no tardó en darme apoyo.

—Audrey, no estás sola.

Sus palabras dieron en el punto débil de mi rebeldía, me sentí desarmada, recordé lo mal que me sentía y eso me hacía desear llorar. Se deslizó en el asiento acercándose más a mí, tocó mi espalda con delicadeza, pero rápido me aparté, como si su tacto fuera venenoso.

—¿Tú que sabes de estar solo? —Exhalé conteniendo mis lágrimas—. Ni siquiera me conoces.

Identificó mi voz temblorosa, supo inmediatamente que batallaba para no llorar junto a él.

—Pero podría hacerlo y quisiera hacerlo —Levantó mi mandíbula con dos de sus dedos—. Empezamos mal, pero podríamos iniciar de nuevo.

Fue demasiado para mí escuchar como él intentaba dejar de lado lo sucedido para reconfortarme a mí, aunque parezca ridículo, me sentí muy agradecida porque son pocas las personas que se atreven a soltar para ayudar a sanar a otros.

Mi mirada cristalina se atrevió a enfrentarlo, tragué grueso y mientras tocaba su mano vendada hablé—: Perdón, perdóname. Espero no haberte ocasionado problemas con eso.

Me disculpé por lo que le hice a su mano aquella noche en el club y por lo grosera que fui desde un principio.

—No, descuida, no lo hiciste. —Volvió a tocar mi espalda con ternura. —No tuve problemas ni siquiera en mi trabajo.

Sonrió con el intento de romper el hielo y la tensión entre ambos.

Tenía muchas dudas sobre a que se podía dedicar un hombre joven en España,

pero mis dotes de curiosa extrema no me permitieron permanecer en silencio como lo hubiese hecho una persona normal, no, yo necesitaba acabar con esa duda.

—¿A qué te dedicas? —Pregunté distraída con su presencia y olvidándome por completo de que estábamos en el restaurante a la vista y opinión de todos y de que Jhoanna estaba por llegar.

Lo más extraño que percibí después de tenerlo a mi lado fue su vestimenta, vestía muy elegante a comparación de nuestros encuentros anteriores; Ya no traía la chaqueta que parecía tener complejo de maletín, la sustituía por una camisa blanca y un elegante blazer de algodón, ya no tenía jeans, sino que un pantalón negro que hacía contraste con sus zapatos. Mantenía un porte de empresario y de niño malo que por alguna razón me impresionaba bastante.

—Me dedico a cuidar a una chica.

Su respuesta me había dejado como idiota, mi cerebro estaba tipo:

¿Khe dijiste? ¿kuidando khe Karen?

Sin embargo, simulé comprenderlo haciendo hincapié en la conversación—: ¿Eres niñero?

Robé una pequeña risa de sus labios con mi comentario dándome a entender lo equivocada que estaba.

—Soy guardaespaldas.

Quedé algo atontada al escucharlo; en mi cabeza pasaron las doscientas setenta mil películas que había visto con la temática de guardaespaldas enamorados de sus clientas y los fanfics de "Mi guarda espaldas y yo forever +18".

—¿Tú...? —Mi voz solo fue un hilo entrecortado e interrumpido.

La atractiva silueta de la joven rubia de ojos verdes y encantadora sonrisa nos sorprendió. Jhoanna vestía de forma similar al joven a mi lado, esa vez llevaba puestos unos pantalones de tela, una camisa blanca con atractivos diseños en el cuello y un mismo blazer crema que hacía juego con sus zapatillas.

—Lamento llegar tarde. —Se disculpó en un suspiro algo agitada.

Me aparté del chico a mi lado en un abrir y cerrar de ojos levantándome de mi asiento y dándole la bienvenida a Jhoanna, mientras pensaba en una excusa apropiada, tenía la impresión de que me interrogaría sobre el joven a mi lado.

—Audrey lamento no haberte informado antes —espetó acomodando varias carpetas en la mesa.

Jhoanna miró al chico a mi lado con simpatía ofreciéndole una sonrisa, eso me hizo sentir nerviosa y a la vez ofuscada. No entendía la repentina avenencia entre ellos.

—¿Qué debiste informarme antes? —pregunté tímida.

—Que estaríamos acompañadas por una de las autoridades de la agencia.

—¿Cómo? —Solté confundida y desubicada

Con una respiración profunda, ella señaló de forma prudente al joven con la palma de su mano y añadió—: Él es Ryan, el representante de nuestro inversionista Thiago Velázquez.

Con una respiración profunda, ella señaló de forma prudente al joven con la palma de su mano y añadió—: Él es Ryan, el representante de nuestro inversionista Thiago Velázquez

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Notita: Hola Caramelos!! 🍬🤍

AAAAAHHHHH QUE EMOCIÓN CON TODO ESTO, PERO LA GRAN NOTICIA ES QUE ESTO SOLO ES EL COMIENZO.

Pronto volvemos con los capítulos largos y calientes, pronto jejeje *guiño, guiño*

Se despide la chica inestable que los  quiere mucho, La dulce e inocente Cel 💐❤️

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora