Capitulo. 14 | Desde antes.

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Audrey White.

—¡No debí siquiera firmar ese contrato!

Quejas, quejas y más quejas. Eso era lo que podía hacer esa mañana mientras me preparaba para mi viaje a Mallorca. Anna me escuchaba paciente y comprensiva, calmando mis inseguridades y pretendiendo animarme.

—No seas tan dura contigo, Audrey.

—Debiste ver mi cara cuando me presentó al representante ¡Quedé como idiota!

La firma de ese contrato fue difícil para mí, muchas emociones negativas me abordaron; La presión por parte de mi madre, mi inestabilidad emocional y el desinterés que sentía ante la propuesta. Tampoco me daba buena impresión el hecho de que Thiago fuera el inversionista de la agencia, su comportamiento grosero y egocéntrico me hacía enloquecer de ira.

—Cielo debes aprender a dejar de lado lo personal y acudir con lo profesional.
—Anna descendió mi maleta del último peldaño de la escalera que daba acceso a la entrada de las instalaciones del puerto.

Depositó la maleta en la gran entrada rodeada de turistas, se acercó a mí tomando mi rostro con ambas manos y sosteniendo el contacto visual conmigo, dijo: —Cálmate, te irá bien. Solo no dejes de brillar.

Con ternura depositó un beso en mi frente.

Sonreí ahogándome en su dulzura, ella era como la hermana mayor que nunca tuve.

—Te quiero —murmuré.

Debía admitir que mi relación con Anna era más estable que mi conexión con mamá, Anna siempre estuvo para mí, me enseñó cosas nuevas, siempre me apoyó en las buenas y en las malas demostrándome el gran amor que sentía por mí. Ese día no fue la excepción, fue la única en dejar sus responsabilidades aun lado para despedirme en el puerto, ya que mis padres no lo pudieron hacer.

—Yo te quiero muchísimo más —correspondió.

Empecé a sentirme más calmada, Anna me hacía sentir segura con sus vibras de hermana mayor que todo lo sabe, pero, siempre debía existir un gran y rotundo "pero" en la historia.

El sereno y dulce ambiente que nos envolvía a ambas cambió cuando los chillidos, aplausos y gritos empezaron extenderse por toda la zona, hasta el punto de perseguir a la gigantesca y atractiva silueta del hombre de un metro noventa.

Thiago caminaba a paso acelerado, con la mirada siempre en alto, evitando cualquier tipo de contacto y con una postura prominente. Quedé estática cuando lo vi avanzar en la misma dirección en donde yo estaba, Ryan iba a su lado, un poco más relajado y tranquilo, pero con una sonrisa encantadora que me hizo sonrojar cuando recordé la noche en el restaurante y la delicadeza de sus manos en mi espalda.

Un grupo de paparazis perseguía a Thiago manteniendo una estricta distancia de dos metros durante el tiempo que intentaban captar imágenes claras de él en el puerto; las personas se percataron de su presencia en el lugar, las chicas corrían hacia él intentando llamar su atención o tocar su elegante traje, Ryan no tenía toda esa atención, pero una que otras mujeres también querían tocarlo.

—¡Hola! —Saludó una mujer acercándose a nosotras.

Era corpulenta, rubia y con pinta de ser una millonaria más; Cargaba con más de una maleta y en sus manos tenía un boleto para viajar en un ferry de primera clase.

—Lo siento, pero... Necesito algo de espacio aquí —espetó. El agudo tono de su voz me pareció irritante. —Thiago viene en esta dirección y estoy segura de que iremos en el mismo barco de "primera clase".

Me di cuenta rápidamente de que nos quería apartar del territorio donde nos encontrábamos con el objetivo de ser la única en acaparar la atención de Thiago.

—Perdón, pero... ¿Sabes hacia quién te estás dirigiendo? —Anna se atrevió a contestarle, cosa que ni loca haría. Con ella era distinto, Anna tenía un carácter fuerte y podía pasar de ser pasiva a ser completamente agresiva, característica que yo no tenía.

La rubia retiró sus gafas mirándonos de abajo hacia arriba, sin mucha diferencia con una sonrisa hipócrita en sus labios—: Estoy segura de que no estoy hablando con nadie importante. Al contrario, mucho cuidado tú a quién te estás dirigiendo porque yo importancia si tengo.

Anna avanzó un paso al frente de forma amenazadora, demostrando autoridad, rápido la tomé del brazo impidiéndole avanzar hacia la mujer, sabía que era capaz de agredirla o de algo mucho peor.

—Cálmate —susurré.

Las personas se acercaron tanto a nosotras hasta el punto de parecer que nos sumergirían en una ola de marea humana, Thiago y Ryan estaban cada vez más cerca que fue inevitable controlar mi ritmo cardiaco.

¡¿Qué me está pasando?! ¡¿Por qué estoy nerviosa?! ¡Se supone que ellos no me deben poner nerviosa!

Pensé mientras simulaba no saber nada de la existencia de aquellas dos figuras

Distinguí inmediatamente el perfume de Thiago, su deliciosa fragancia navegaba libremente por mi nariz haciendo que recordara más de una escena de ambos en la intimidad.

—¿Está lista para nuestro viaje, ojitos bonitos? —Ryan me habló.

Me olvidé de casi todo a mi alrededor al escuchar su voz, y para ser honesta, fue como una melodía para mis vías auditivas. Sus ojos brillaron al verme, como si realmente le agradara tenerme cerca y eso me gustó.

—Es un placer que podamos ir en el mismo viaje, ¿no? —dijo entrometida la joven frente a mí. Su mirada estaba fija en Thiago, él era su objetivo.

Por un instante pensé que sería ignorada por la fría postura de Thiago, pero para mi mala suerte no fue así, él puso su mirada en ella y eso me ardió.

—¿Mismo viaje? —Thiago la miró extrañado.

Avanzó varios pasos, atrevida y mostrando su boleto de primera clase, continuó con la conversación, —voy en el ferry A1. El mejor de aquí.

—Lo siento, pero está equivocada. El mejor barco de este puerto es el V1 y yo soy el propietario —respondió con un aire ególatra. Sin autorización tomó mi maleta y la afianzó en sus manos. —Nosotros vamos en un viaje privado.

Continuó caminando únicamente con mi maleta, dejando a la mujer en ridículo enfrente de todos.

Yo estaba casi al borde de un colapso sin saber diferenciar de la fantasía o la realidad, porque esa escena había sido demasiado para mí.

—Puede estar tranquila, está en buenas manos. —Ryan se dirigió a Anna con simpatía. Era el único hombre que conocía que no desbordaba arrogancia y eso me agradaba.

Tocó nuevamente mi espalda acercándome a él para retirar el bolso que colgaba de mi hombro.

—Cuídala mucho —pidió Anna suprimiendo una sonrisa.

—Ya lo hago desde antes.

Notita: Hola Caramelos!! 🍬🤍

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Notita: Hola Caramelos!! 🍬🤍

No tengo la culpa si en los próximos capítulos las cosas se leen de forma más atrevida y ardiente jeje.

Lamento si encuentran más errores de lo habitual, todo lo he tenido que escribir en mi móvil y es un poco incómodo :(

¡Te quiero mucho, gracias por leerme!

Si quieres saber más de mí búscame en Instagram como: @Celiannyy.___

Att: La dulce e inocente, Cel 💐❤️

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora