Capitulo. 10 | Siempre huyendo de todo pequeña.

33.5K 2.2K 1.1K
                                    

Audrey White. 

La desesperación me carcomía, necesitaba consumir una dosis de cocaína urgentemente antes de que un serio ataque de ansiedad me derrotara.

—Joder... Pero que sí le he dejado aquí. —Me quejé buscando nuevamente en el interior de mis cobijas, justo donde solía esconder la droga que consumía.

El resonante fragor de las zapatillas de mamá acercándose a mi habitación me alertó, la intensidad de sus pisadas me ayudó a identificar que se aproximaba molesta por algo que seguramente me inculpaba a mí.

Mamá no tardó en llegar, la miré desentendida esperando respuesta. En su mirada pude reconocer ese profundo sentimiento de decepción.

—¿Buscas esto? —inquirió mostrándome los sobres de cocaína que buscaba con angustia.

—Puedo explicarlo...

Con una voz quebrada me interrumpió.

—¿Otra vez con el mismo problema, Audrey?

Bajé la mirada, no tenía el valor suficiente para mirarle fijamente.

Años atrás mi madre se había enterado sobre mi adición a las drogas, desde ese entonces me obligó a asistir a una clínica privada durante seis meses para personas con problemas de drogadicción y alcoholismo. Me sentía afortunada de únicamente asistir en las tardes y nunca tener que hospedarme allí.

—Yo... No... —Intenté buscar una excusa.

—Esto es un asco —Decretó mirándome con desprecio arrojando la cocaína a un lado—. Me das asco en estos momentos.

Esas palabras fueron lo último que necesitaba escuchar para romperme.

Con un dolor en el pecho me puse de pie retirándome de la habitación, sentí que lo correcto era apartarme de todo lo que dañaba con mis acciones.

—¿A dónde vas? —Indagó al ver como huía alejándome de ella.

Esa sensación de decepcionar a mis padres por no poder controlar mi ansiedad y adicción a las drogas era a lo más frustrante que me enfrentaba. Sin embargo, lo que mis padres no entendían era como me sentía, no entendían mis problemas y tampoco se preocupaban por ayudarme.

Me sentía vulnerable, el dolor en mi pecho crecía, el nudo en mi garganta empezaba a ser cada vez más molesto, mientras que lágrimas empezaban a brotar de mis ojos empañando mi vista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me sentía vulnerable, el dolor en mi pecho crecía, el nudo en mi garganta empezaba a ser cada vez más molesto, mientras que lágrimas empezaban a brotar de mis ojos empañando mi vista. Mi respiración era tensa, mis manos empezaban a temblar alertándome de un posible ataque de ansiedad.

Intenté calmarme, se suponía que estaba ahí para olvidar mis problemas, no para revivirlos.

—Cálmate... Cálmate, Audrey. —Me ordené nerviosa.

El viento rugía con fuerza, grandes nubes oscuras cubrían la luna menguante amenazando con llover, las coloridas hojas café caían revoloteando por todo el lugar antes de estamparse en el suelo. Me encontraba en el único lugar donde me sentía segura, el lugar más tranquilo y sereno que conocía: El lago.

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora