La Diabla de la Mafia ©

Capítulo 19 - Risso

Nicoletta.

El pastor termina la ceremonia dándole culminación a la sepultura, la tierra cae en el ataúd, la tía no a parado de llorar desde que vio el cuerpo de su madre en la morgue.

Él cuerpo no se dejó ver por lo quemado que estaba, terminan de tirar la tierra y cada uno pone un helianthus annuus (girasol).

Él abuelo llegó está mañana, papá solo nos dijo quien sería aún así no nos hemos presentado, las personas empiezan a retirarse del lugar cuando lo únicos que quedamos somos él y yo.

A pesar de estar viejo su genética o su físico se ha mantenido, mi padre tiene un gran parecido a él podrían decirse que parecen gemelos, solo que uno más canoso que otro.

El cielo nublado inicia una danza de gotas de llovizna, él no habla, yo tampoco, lo único que se escucha son las gotas cayendo sobre el asfalto.

El olor a tierra mojada inunda mis fosas nasales, transmitiendo paz en mi interior.

Cada uno se mantiene en su posición, él está en el otro extremo de donde se enterró la abuela, el primer paso lo da el caminando hacia donde mi.

Tiene un traje negro, trae puesto uno lentes oscuros, deja de caminar dejando una distancia de un metro, tiene una postura recta e intimidante sus manos en la espalda se sueltan, unas de ellas quitan sus lentes dejando a la vista sus ojos de colores diferentes, uno tiene la mezcla de negro y gris, mientras el otro es celeste con verde me sorprende y me da curiosidad, a cualquiera le daría miedo.

- Así que tú eres mi nieta - dice analizando me.

- ¿Qué vienes hacer aquí?

- Lo mismo que ustedes, no podía faltar a el funeral de mi bella esposa.

- Entonces, si la querías tanto ¿Por qué no la buscaste?

- Nena, nosotros nunca nos quisimos, solo fuimos un matrimonio arreglado.

- Tuvieron tres hijos.

- ¿Y eso que? Ellos no son una demostración de nada ¿Cuántas personas tienen sexo sin compromiso? Son muchas ¿Verdad? - asiento - Dime ¿Cuantas mujeres crees que salen embarazada del sexo sin compromiso?

- La mayoría.

- ¡Exacto! Muchas los tienes y lo dan en adopción, mientras otras los abortan.

- Entonces ¿Por qué los tuvieron?

- Solo fueron la salvación en nuestras vidas, de nuestro infierno.

- Pero convirtiendo la vida de ellos en un infierno - digo con ironía.

- Asi es la vida chiquita, tu salvas y la persona que te salva se hunde en un abismo sin fin.

- Entonces ¿Qué haces aquí?

- ¿No lo sabes?

- ¿Saber qué?

- Responder con otra pregunta es de mala educación, eres inteligente pero no lo suficiente, nos veremos pronto pequeña.

Sus hombres lo escoltan, dejándome sola.

- Señorita - me llama Enzo.

- ¿Qué ocurre? - empiezo a caminar con él detrás.

- La familia Risso...

- ¿Hay algo pendiente?

- No señorita.

- Entonces ¿Qué paso?

- Fueron masacrados - dejo de caminar - Me acaba de llegar la noticia.

- ¿Todos?