¡Feliz Navidad!

247 24 0
                                    

Nicoletta.

Azael y Lorcan dejan los regalos en el arbolito, nos casamos cuando tenía tres meses de embarazo, aún no puedo acostumbrarme a estar con mi "familia" si es que así se les puede llamar.

Ahora Lorcan tiene dos años, superarlo no a sido fácil pero es llevadero mientras lo tengo a mi lado, al principio no lo quería, lo odiaba por se el fruto de un pasado tan doloroso.

No quería que él me recordará cada momento de mi vida lo que viví porque fue un infierno, tengo pesadilla que él solo puede calmar con unas de su sonrisa.

Me obligaron a tenerlo y ahora agradezco que lo tengo, sigo siendo una adolescente aunque aparento todo lo contrario.

No confío en nadie de las personas que me rodean, pero han demostrado que no me tocarán o me lastimaran.

- ¡Mami!

Volteo con la copa de champagne en mano, Azael se acerca con Lorcan en brazos, me quita la copa pasándome a mi hijo.

- Dale de comer - se toma el champagne.

Lo veo dirigirse a la salida.

- ¿A dónde vas?

- No te interesa y atiende a tu hijo dejame en paz.

Bufo, suele ser un tremendo hijo de puta, Jabes y Alten  (Hermanos de Azael) salen de la cocina riendo.

Agachan la cabeza cuando notan que estoy aquí.

- No se preocupen, nadie está, pueden hablarme - digo con una voz calidad y suave.

- ¿Cómo estás? - pregunta Alten.

Me encojo de hombros sin importancia.

- ¿Qué hacían? - pregunto, señalando la cocina.

- Estamos haciendo la comída para la cena de esta noche.

- Haaa.

- ¿Quieres ayudarnos?

- Claro.

Alten y Jabes son casi de mi edad, a veces me pregunto  porqué tuvieron que casarme con el peor de los tres, me hubiese gustado casarme quizás con Jabes.

Entramos a la cocina, sacó dos papas las lavo.

- ¿Qué estas haciendo? - pregunta Alten.

- Lorcan tiene hambre, le haré una papilla.

- Deja eso mujer, yo se lo preparo estate tranquila has hecho mucho por hoy.

- No, yo puedo hacerlo.

- Te dije que estate quieta, ve y siéntate.

No lo contradigo sentadome, Lorcan busca mi seno sacándolo pegandose en mi pecho.

Miró la hora en la pared 2:20pm estoy destatando a Lorcan y esta es la unica hora en la que se las estoy dando, el resto del día me ordeño para dársela en biberon y secarme más rápido.

Alten, Jabes y yo charlamos mientras los observó preparar la comida, estamos en Rusia, la navidad se celebra este año aquí por lo que mi familia se encuentra aquí también.

La noticia no le cayó nada bien a Azael no le gusta que nos casaran o eso es lo que creo yo, no tiene respecto trae una mujer cada noche tengo que soportar los gemidos y jadeos que salen de su habitación estando casados.

La Diabla de la Mafia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora