La Diabla de la Mafia ©

Capítulo 5 - Karlik

    2 semanas después

Nicoletta.

Me levanto sobresaltada con el corazón acelerado, me pasó la mano por la frente quitando las gotas de sudor.

Mis ojos se llenan de lágrimas, con los recuerdos que se reproduciéndose en mi cabeza una tras otra vez.

Con el miedo a flor de piel.

Pongo mis pies en el suelo sintiendo mis manos empezar a temblar.

Un nudo se hace en mi garganta dificultando me el hablar.

Trato de llegar al botón rojo.

Gimoteo sintiendo la presión crecer en mi pecho, me sostengo del escritorio cuando respirar se me dificulta.

"Tienes que tranquilizarte"

Quedó contra la pared deslizándome hasta quedar en el suelo.

Quiero arrancarme el pecho y poder respirar.

El sentimiento de querer gritar se identifica y el no poder me pone cada vez peor.

La puerta se abre, no visualizo quién entra, pero su aroma tan peculiar de él me hace saber que está aquí.

- Estoy aquí, ya llegué karlik. Vamos respira conmigo.

Trato de hablar y no puedo.

Niego con la cabeza, agarrando su camiseta como si fuese lo único que me sostiene en medio de esta tormenta de recuerdos.

- Vamos si puedes, ven aquí.

Me envuelve en sus brazos tan fuerte queriendo que sepa que no me soltará.

Pegandome a su pecho, mi oreja queda justo donde esta su corazón y solo el sonido de sus latidos hace que me tranquilice.

Nos quedamos así hasta que yo paro de llorar, dejo de abrazarlo mirándole él rostro.

- ¿Que haces aquí?

- ¿Estás bien? - asiento viendo sus ojos oscuros - Giovanni me ha llamado.

- No debió.

Me pongo de pie con su ayuda.

- ¿Segura qué estás bien?

- Si, estoy bien gracias.

- Deberías de olvidar tus traumas.

- Por algo se llaman traumas, bloddy demon.

Su mirada se vuele fría y retoma su actitud egocéntrica.

Estas dos semanas, han sido estresantes aún no localizamos a Luigi esta muy bien escondido, encontramos a el muchacho de la moto y no a dicho nada de la amenaza, me tienen hasta los ovarios por no hablar.

Es posible superar los traumas, pero olvidarlos... No creo que eso pueda suceder y mucho menos cuando vives con ellos cada segundo de tu vida.

Cada persona afronta sus traumas como quieren, miedo, odio, desprecio, indiferencia, venganza, etc.

Yo lo hago a mi manera, solo dejo que todo fluja aunque eso me destruya.

Porqué cada vez que llega la noche y con ella mi pasado los recuerdos se vuelven un tormento siendo imposible hundirlos, porque si los hundo me hundo con ellos, quizas sea algo negativo pensar asi pero muchas veces pienso que no naci para ser feliz.

El sonido de mi celular, me saca de mis pensamientos.

(Llamada)

- ¿Diga? - respondo reconociendo el número del instituto de Mass.