Nicoletta.
¿Qué hago? Llegar a casa y decirle a mi familia "El arcángel a muerto, nuestro padre y tu esposo a muerto".
Observo él cuerpo de mi padre en el asfalto con un charco de sangre.
El aura melancólica se siente poniéndome peor, un círculo de hombres rodean su cuerpo en silencio observamos a unos de los grandes, él mejor de los mejores.
Los heridos pertenecen a ese pequeño círculo, le dan su respecto, guardando el retrato de mi padre en sus memorias.
Zinerva esta a mi lado, pone su mano en mi hombro en señal de apoyo, Azael llega en un BMW aparcando al lado de mi moto.
Llega a mi lado, quedando perplejo, yo estaría igual, pero, se que es real, ví como le quitaban la vida a mi padre.
¿Que le diré a mi familia? "No pude protegerlo" ¿Que les diré a los mellizos cuando crezcan? Cuando Lorcan y Vincent pregunten por su abuelo.
- Súbelo al auto - me digno a decir.
Subestime a mi enemigo, Crowe me dejó algo en claro y es que el líder tiene suficiente poder para enfrentarme.
La osadía de matar a mi sangre a él mejor, frente a mis ojos dejó en claro su señal.
No descansará hasta tenerme, cómo años atrás, cuando era una bebe de seis meses, mi padre me contaba esa historia.
El portal de mi casa nos recibe.
No puedo suavizar las cosas, miro a mi madre sentada entre mis hermanos, los mellizos en su corral acostados en sus sillas, jugando con Vincent y Lorcan.
- Nana - llega en seguida.
- Dígame mi niña.
- Lleva a los mellizos y a mis hijos a dormir.
- Como ordene mi niña.
Espero a que se los lleve a escalera arriba, lo suelto sin más.
- Papá...- joder trago grueso, carraspeó - Tuve un enfrentamiento con el líder, él tenía a papá - los ojos suplicantes de mi madre hacían que fuera más complicado decirlo- Papá, por mí...
- ¿Dónde está tu padre? - mamá me interrumpe.
Pude sentir como su mundo se venía a bajo, me miro directamente a los ojos.
Y supo lo que sucedió, aún así me mira con súplica, negando con la cabeza, yo también quiero que sea mentira.
No quería mirar a mis hermanos, pero, lo hice, los dos tienen la vista en mí, con la misma mirada de súplica que mamá.
Massimo se pone de pie y llega a mi a grandes zancadas.
- ¿Donde está? ¿En dónde está mi padre?
Lo miro en silencio, miro a él niño que lloraba en las noches por pesadilla.
A él niño que lloraba porque era molestado en la escuela, ese mismo que lloraba si no obtenía lo que quería.
Y tampoco le dije, mi silencio habló por mí, porque hay veces donde no se necesitan palabras para demostrar algo.
El dolor incrementó a ver el rostro que puso Massimo, sus ojos se llenaron de lágrimas, su ceño se frunció y sus labios formaron un pequeño puchero.
- No, no es cierto. ¡No es cierto! Mientes estás mintiendo, es una de tus bromas - dice mientras me zarandea y trata de sonreír.
- Papá se fue chiquito - digo en un susurró, un susurró que derrumbó a Mass, abrazando mis piernas.
ESTÁS LEYENDO
La Diabla de la Mafia ©
De TodoEnvuelta en un mundo lleno de corrupción, violencia y muertes, Nicoletta, siendo una pieza fundamental en la mafia, está enfrentando las secuelas de su pasado, cuando empiezan a haber acontecimientos que la ponen entre la espada y la pared, tomando...