(Presente )
Darius.
- Tenemos a la Sra. Beatrice y a los Risso - comunican.
- Llévenlos a un sitio seguro, los otros sigan buscando - ordeno - Noah ¿Cómo vas con eso?
- Dame dos minutos.
- No tenemos tiempo, Tanner trae el plano.
Saca de su mochila los plano de la bodega, los extiende en el suelo.
- Estamos aquí - señala- Entramos acá- señala el otro lado del plano.
- No podemos ir por ahí.
- La única salida es esta.
- Mierda Tanner, no saldré por ahí.
- Lo harás si no quieres morir.
- Ve a decirles a los demás, saca a Beatrice yo me quedo aquí. Tu también te quedas - tomo del brazo a Gabriella impidiendo que se vaya.
- ¡Lo hice carajo! - miro hacia los pasillos cuando empiezan a abrirse todas las puertas - Mierda, solo tenemos cinco minutos.
- ¿Qué ocurre en cinco minutos?
- Todo este piso colapsara.
Saco el dispositivo siguiendo el rastro del chip, corro por los pasillos entro en la habitación que me indica.
- ¡Mierda! ¡¡¡Demonios, maldita sea!!! - exclamo golpeando la pared.
Entro viendo el cuerpo de dos hombre muertos en el suelo, la habitación esta revuelta.
Pero lo que llama mi atención son los dos rastreadores en la camilla.
En efecto uno es de Nicol y el otro de Azael.
- Tenemos a los chicos, salgamos de aquí - escucho a Tanner por el comunicador.
- Salgan de aquí, iremos atrás - le informo mientras tomo los dos chip.
Llego donde Gabriella y Noah.
- ¿Dónde esta? - pregunta Noah.
- No esta, los chip de ella y Azael estában en una habitación.
- Entones, no hay manera de encontrarlos.
- Tenemos que salir de aquí - miro a Gabriella que empieza a caminar.
Sin dar mucha vuelta, con el chip de Nicoletta enciendo todos los chip incluyendo el de los niños viendo sus signos vitales.
Avanzo sin dejar de revisar la ubicación de Beatrice, Massimo, Alessandro, Zinerva y Sergei.
Ya están afuera de la base, pero, lo suficiente mal para retrasarnos, bajo por las escaleras llegando al ducto de aguas negras, Noah sella la tapa empezamos el trote alcanzando a los demás.
- ¿Cuánto falta para que lleguen tus hombres?
- Ya están aquí señor solo esperan ordenes - responde Donato.
Asiento, mirando por la pequeña reja.
- Diles que avancen.
Asiente, dando la orden aparecen frente a nosotros cortando la rejas, nos desplegamos dejando atrás la base cuando empieza a derrumbarse.
Subimos al helicóptero dejando la isla, al tocar piso nos trasladamos al yate iniciando el viaje de vuelta a la ciudad.
Beatrice y mis sobrinos son trasladados a las habitaciones donde reciben atención medica, igual que Sergei y Zinerva.
ESTÁS LEYENDO
La Diabla de la Mafia ©
RandomEnvuelta en un mundo lleno de corrupción, violencia y muertes, Nicoletta, siendo una pieza fundamental en la mafia, está enfrentando las secuelas de su pasado, cuando empiezan a haber acontecimientos que la ponen entre la espada y la pared, tomando...