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—Que los meseros ofrezcan una copa de vino a cada invitado en cuanto comiencen a sentarse en sus lugares... si, son seis personas en cada mesa... A Vector solo denle vino rebajado con agua, no quiero que se repita la "escenita" de la boda de Blaze. —Suspiró con cansancio al recordar aquello mientras caminaba por la habitación mientras hablaba con el comunicador que llevaba sobre su oreja— ¿Los adornos de mesa ya están listos? Bien... ¿Cubiertos, platos, copas, servilletas?
Mientras hablaba y daba indicaciones, que más bien eran órdenes precisas de como quería que se hicieran las cosas, Amy trataba de acomodar sus rebeldes púas en un moño alto. En unas horas tenía que estar en la iglesia para asegurarse que todo estaba en orden y que ninguno de sus amigos (Sonic específicamente) hiciera alguna estupidez como era su costumbre. Después debía revisar que la mesas para invitados, cubiertos, comida, música y demás detalles se encontraran en los lugares que ella misma había elegido con especial cuidado para que todo combinara armónicamente con la Master Emerald.
"Ese tonto de Knuckles. ¿¡No podía tener una fiesta normal lejos de ese lugar!? ¡¿Ni siquiera el día de su boda puede dejar de pensar en esa cosa!?"
—...Por favor recuerden vigilar que Rouge no beba ni una sola gota de alcohol, quiero a tres o seis encargados de cuidar el vino durante toda la fiesta. —Resopló un poco al notar como algunas púas se soltaban de su agarre— Shadow y yo también estaremos pendientes, pero ella es bastante hábil cuando se trata de robar lo que sea.
—"Tranquila señorita Amy, todo estará como lo ordeno. La veremos en un par de horas." —La voz del jefe de meseros trato de calmarla antes de terminar la llamada.
La fémina bajó sus brazos liberando las púas que cayeron alrededor de su cabeza mientras suspiraba con cansancio. Observó su rostro reflejado en el espejo, el maquillaje que llevaba era sencillo, pero enmarcaba bastante bien sus adorables ojos esmeraldas.
—No está nada mal, aunque lo diga yo misma. —Sonrió a su reflejo en el espejo— Me pregunto ¿De qué color serán tus ojos, cariño? —Sus manos acariciaron su vientre ya levemente abultado— ¿Verdes o carmín como los de papá? —No pudo reprimir una suave risa al sentir un toque muy suave en su interior, como si el pequeño dentro de ella le respondiera.
Volvió su atención a sus púas para volver a hacer el intento de peinarlas en un sencillo moño. No podía verse como siempre, era dama de honor además de la organizadora, así que tenía que lucir lo mejor posible ese día.
Su comunicador volvió a sonar haciéndola suspirar frustrada.
—Más vale que valga la pena... —Murmuró mientras trataba de mantener el cabello en su lugar mientras respondía la llamada— ¿Hola? ¿Qué pasa?
"—Rouge y Cream van hacia allá junto a la reina y el niño."
—Es Lyo, cariño. —Se apresuró a acomodar su peinado mientras reía suavemente— Espera ¿Cómo que vienen para acá? —Soltó su cabello para mirar alarmada el comunicador— ¡Yo iría a la casa de Rouge en tres horas!