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—Ha llegado uno nuevo.
El sonido de las balas siendo descargadas contra los blancos al final de la habitación fue la respuesta que recibió por parte del erizo azabache.
Rouge sostenía en sus manos un recipiente de plástico color rosa pastel, idéntico a los otros diez que se encontraban en el refrigerador de la cafetería. —Si no los quieres deberías simplemente decírselo.
Dejó caer el cargador al suelo antes de introducir uno nuevo y quitar el seguro de este para después apuntar nuevamente a un blanco recién colocado. Afirmó el agarre en el sujetador del arma para después liberar una primera y única bala que atravesó limpiamente la zona céntrica del papel.
— ... Y hazlo pronto, el refrigerador se esta quedando sin espacio. —Fingió perderse un momento en sus pensamientos— Aunque Benito parece bastante interesado en probar la comida, así que si no quieres...
El trasto desapareció de sus manos tan rápido como termino de decir aquello seguido de algunos gruñidos bajos de su compañero. La murciélago no reprimió la sonrisa burlona de sus labios.
"Para llegar al corazón de un hombre primero debes conquistar su estómago. Buena jugada Amy."
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