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— No.
— ¡Por favor! ¡Por favor, por favor! —Junto las palmas de sus manos a modo de ruego— ¡Por favor!
— No.
Amy infló las mejillas en un pequeño berrinche infantil ante lo testarudo que comenzaba a parecerle Shadow. Sabía que sería difícil acercarse a el, sobre todo porque el erizo no era conocido precisamente por su habilidad para socializar con los demás.
Mantuvo las manos sobre sus caderas sin quitar la vista del ajeno que seguía apoyado contra el árbol de su lugar "especial" de reuniones.
Luego de que Shadow la acompañará a su casa aquella noche, Amy comenzó a visitarlo sin falta cada dos días para conversar con él o simplemente para acompañarlo a ver el atardecer en silencio. Tuvo que organizar sus horarios para poder tener tiempo para estar con sus amigos y pasar la tarde/noche con Shadow para que luego este la acompañará a casa o enviara a Omega para que la escoltara.
Ciertamente la gente en G.U.N. la trataban como si fuera una de ellos, sobre todo los cadetes que estaban bastante encantados con la presencia femenina cuando esta cocinaba, en especial los postres, le agradecían y llenaban de elogios sus platillos haciéndola sonreír bastante emocionada y feliz. Todos menos Shadow, el comía lo que estaba frente a el en completo silencio y así era como se iba al terminar.
¡Ni siquiera un gracias o una mínima sonrisa! ¡Nada de nada!
Y esa era su misión ese día.
Inhalo aire profundamente antes de volver toda su atención al erizo que seguía inmutable ante los berrinches femeninos. El que no le haya dicho que se fuera en cuanto hizo el primer berrinche era buena señal, así que ahora solo tendría que hacer uso de todos sus encantos para poder cumplir con su misión.
— Por favor Shadow. Necesito tu ayuda.
— ¿Por qué no le pides ayuda al farsante? —Miro con seriedad a la fémina— ¿O al zorro? ¿No son ellos tus amigos?
— Porque quiero tu, —Enfatizo señalándolo con el dedo— me acompañes.
— No.
— ¡Por favor, Shadow! —Volvió a rogar— ¡Solo serán unos minutos! ¡Prometo que no tardaremos nada!
— ¿Porque? —Dio un paso para acercase a la chica que ahora parecía algo confundida— ¿Es realmente necesario que vaya?
— ¡Por supuesto que si! —Ignoró la cercanía entre ambos dando un paso para afirmas sus palabras— Es muy importante que tu me acompañes.
La cercanía entre ambos era poca pero eso no parecía importarle a ninguno. Sus miradas se enfrentaron en una lucha de voluntades que Amy estaba dispuesta a ganar de cualquier manera. El jade se planto contra el carmín que no se dejaría vencer tan fácilmente. Finalmente, luego de unos minutos el erizo macho cerró los ojos antes de dar un paso hacia atrás.
— Que sea rápido. —Abrió sus ojos para mirar a la fémina— No cargaré nada.
— ¡Si! —Dio un pequeño brinco para festejar antes de sonreír alegre— ¡Prometo que te divertirás mucho!
Sin decir más, Amy se acerco a él para sujetar su mano y comenzar a halarlo para encaminarse hacia la ciudad y poder comenzar con lo que tenía en mente mientras que Shadow se dejaba hacer arrepintiéndose mentalmente de haber accedido ante la rosada.
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