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El día termino cuando su jefe le informo sobre su próxima misión.
Ahora descansaba en su habitación en G.U.N. mientras la lluvia golpeaba su ventana. La puerta se abrió dejando entrar un suave perfume de rosas acompañado de una risa femenina que comenzaba a conocer demasiado bien para su gusto.
— ¿Qué haces aquí?
— Rouge me dijo que estabas tomándote un respiro luego de tu práctica.
— ¿Qué haces aquí? —Repitió una vez más abriendo lentamente sus ojos.
— Me enteré que iras de misión a Casino Night Zone...
Se levantó de la cama para quedar sentado en la orilla del mueble con los pies apoyados en el suelo antes de levantar la vista a la erizo de pie en la puerta.
No sabía nada de ella desde que Rouge le llevará aquel trasto a los campos de tiro. Su compañera se había encargado de hacerlo comer todo lo que Rose le había llevado antes de que uno de los cadetes, no recordaba ni le interesaba el nombre, intentará comerlo.
Agradecía la capacidad de su sistema digestivo. De solo recordar todo lo que había comido se sorprendía de seguir en forma y sin ninguna repercusión.
—... Y quería darte algo.
Eso último lo trajo al presente volteando rápidamente a la erizo que se adentraba a su habitación.
— ¿Quién te dejo entrar? —Aunque sabía la respuesta no pudo evitar preguntar solo para confirmar lo obvio.
— Rouge.
Finalmente Amy se colocó frente a el extendiendo sus brazos hacia delante para ofrecer al erizo una pequeña caja de color rojo.
La escena se repitió como en la ocasión de la comida, un silencio se implantó entre ellos mientras se miraban a los ojos sin poder descifrar el pensamiento ajeno. Queriendo evitar la sensación de aquella vez, Shadow tomó la caja con su mano sin poder evitar levantar una ceja, incrédulo.
— ¿Qué es...?
— ¡Es una sorpresa! —Llevo sus manos a la espalda sin dejar de sonreír alegre— Ya debería irme. Ten mucho cuidado en tu misión. ¡Avísame cuando regreses!
Sin esperar una respuesta la fémina salió de la habitación dejando consternado al azabache de vetas rojas.
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