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Tiempo después. Cafetería en Green Hills. 15:34 pm
— ¡No es cierto! ¡Ah, no puede ser!
— Quien lo diría~
— ¡No puedo creerlo!
—Muchas felicidades, querida.
Los comensales miraban confundidos al grupo de mujeres que gritaban y chillaban demasiado emocionadas mientras una erizo de púas rosas abrazaba efusivamente a una felina de pelaje lila y mejillas en extremo rojas.
Blaze les había invitado a almorzar luego de casi seis meses de haberse visto la última vez.
Amy se encontraba completamente repuesta de sus heridas al igual que el resto del equipo, aunque claro que Sonic de vez en cuando aparecía con alguna venda o gasa pegada al cuerpo cuando se atrevía a hacer o decir algo referente a la fémina y era escuchado o visto por Shadow.
Amy no podía dejar de abrazar a su amiga a causa de la emoción y felicidad que sentía por ella.
—Quien diría que el inocente y torpe de Silver se adelantaría a todos~ —Habló con tono burlón— ¿Acaso estás embarazada, querida?
— ¿¡Que!? ¡Claro que no! ¡No, no, no!
— ¿Estás embarazada? ¡Oh Blaze! ¡Muchas felicidades! —La erizo abrazó con más entusiasmo a la felina mientras está intentaba aclarar el malentendido creado por Rouge que solo reía divertida.
.
— ¡Blaze no está embarazada!
— ¡Mira que eres un pillo! —Le golpeó las costillas con el codo— Nunca lo creería de ti.
—Yo que te creía todavía un niño y ya vas a tener uno. —Se cruzó de brazos sin dejar de reír— Nos engañaste todo este tiempo, eh.
— ¿Cómo es que Blaze lo permitió? De ti lo creo, pero ella es más sería y responsable...
— ¡Que no está embarazada! ¡Solo vamos a casarnos!
—Eres toda una fierecilla, Silver. —Entre Sonic y Knuckles le golpearon los costados— ¡Ese es nuestro campeón!
—Estamos orgullosos. No eres tan tonto como creíamos.
— ¿Entonces Blaze no está embarazada? —El zorrito miro confundido al dúo que seguía burlándose del platino.
Shadow miraba seriamente al grupo de idiotas que tenían a costa de la noticia que acababa de darles Silver.
Se casaría con Blaze en un año.
Si bien le sorprendió aquello, no esperaba sentir la incomodidad que se había instalado en su pecho.
Le "alegraba" que el inepto de Silver tuviera a alguien como Blaze a su lado. Estaba seguro que ella merecía algo mejor pero finalmente había elegido al torpe del erizo de púas platinas.
