Eren se acercó a ambas gatitas por separado para calmarlas.
— No, ma', es y será sólo una amiga — dijo y les brindó una sonrisa para que se calmaran.
Mikasa se acercó a donde estaban, subiendo a los hombros del chico para luego recostarse en los mismos.
— Yo quisiera que tuvieras una novia, a pesar de lo concentrado de tus estudios, una novia también te puede ayudar con el estrés — sonrió
El rostro del moreno se coloreó un poco, eso último dicho se podía mal pensar.
— Ya te dije que lo pensaré —
Sintió un mordisco en el pómulo de su oreja, esos puntiagudos colmillos dolían.
Aguantó aquél dolor y agregó :
— Pero de todos modos no creo — sonrió, mirando de reojo a la gatita
Ésta lo miraba enfadada, pero al notar esa mirada de "arrepentimiento" por su comentario, lamió su mejilla.
— Cambiando un poco el tema, ¿No has llevado a las gatas para que las operen? —
— ¿Operación de qué? —
— De esterilización, es primordial que cheques eso —
— No lo sé mamá, no creo que les pase algo relacionado a tener crías, además, ¿qué tal y les hacen algo? — acarició la cabeza de Mikasa, quien de inmediato lamió su mano, interpretando su preocupar.
— Pues sí, les harán algo muy bueno para no tener crías y por ende, el problema de saber que hacer con ellos —
Eren se quedó pensando, miró a ambas, no quería que estuvieran en un quirófano en donde los encargados no sean expertos y a causa de un error perdiera una o a ambas gatitas.
— Mira, yo llevaré una hoy para ver el costo, la cita y todo lo demás, tú llevarás a la otra unos días después, ¿te parece? — dijo para tomar a Annie, quien evidentemente trató de huir
— No, mamá, te dije que no — trató de detenerla
— No te angusties, cariño, estaré supervisando todo el tiempo, me quedaré ahí hasta que todo termine — besó la mejilla del chico y salió sin recoger su canasta donde traía la fruta.
El chico trató de detenerla pero no lo logró, suspiró, pareciera que a su madre le urgía hacer eso.
Mikasa bajó de los hombros de Eren para después tomar su forma humana sobre la barra de la cocina.
Abrazó su cuello y lo miró angustiada, con sus singulares orejas felinas agachadas.
— ¿Me pasará lo mismo? ¿Me harás lo mismo? ¿Me llevarás allá? — preguntó bastante preocupada
— No pienso poner resistencia a mi madre, es inútil, pero no te preocupes, estarás bien — acarició su rostro
La chica sonrió y sin decir nada se acercó a besar sus labios que comenzaba a amar como una persona común y corriente, o tal vez más exageradamente.
Profundizó sus manos bajo la playera del chico y la retiró con demasiada facilidad.
— ¿Qué haces? —
— Bueno, son pocas las ocaciones en las que te miro sin ésta cosa, y la verdad es que me gustas más así — y comenzó a repartir caricias
— Sabes que mi madre llegará en cualquier momento, verdad? —
— Se acaba de ir y seguro tardará mucho, pero no pasará nada de lo que te imaginas, a menos a que estés dispuesto — susurró a su oído para luego lamer su cuello y sonreír
Su mente se quedó pensando un momento, le gustaba ese tipo de contacto pero...sabía bien que eso no podía ser. ¿Razón? No se sentía "capaz" de amar de esa manera a alguien y mucho menos a sus lindas nekos.
Tomó sus manos y la separó de su cuerpo para mirarla a los ojos.
— No, claro que no estoy dispuesto pero, tal vez...algún día — desvió la mirada — Será mejor que vuelvas a tu forma felina —
Mikasa se levantó de nuevo, rodeando el cuello del chico mientras que a la vez le dirigía una mirada de calma y seducción.
— Bien — dijo y volvió a besarlo para después dejarlo ir a su cuarto.
Regresó a ser un gato, se dirigió a su cama y se recostó. No sabía cuantas horas se tardaría Annie en llegar, pero estaba segura y conveniencia de que cumpliría su parte del trato.
ESTÁS LEYENDO
Mis lindas y tiernas nekos
FanfictionEren, chico solitario que no tiene muchos amigos, un día decide con tener algo de compañía y adopta a dos lindas gatitas las cuales guardan un secreto, comenzando desde ese día, una nueva vida para él.