Eren fue despertando por las lamidas de la gatita sin nombre, al mirarla sonrió y se levantó. Quedaba una hora para entrar a clases.
Aún así se levantó y colocó más comida en su traste para luego desayunar él.
Pensaba y pensaba pero no se le venía un nombre a la cabeza para su gatita negra; se alistó para las clases y estaba a punto de salir cuando ambas entierran sus garritas en el pantalón del chico.
Por primera vez sintió ese tal "te necesito, no te vayas" sonrió.
Se agachó y las acarició a ambas.
— No se preocupen, volveré en unas horas — les dijo mientras las dos jugaban con sus manos
— Les juro que cuando vuelva, jugaremos toda la tarde — ~ Sí es que no dejan tanta tarea ~ pensó y volvió a levantarse, abriendo la puerta y dejándolas dentro de la casa.
Llegó como todos los días, caminando directo al salón de clases, sentándose en su correspondiente butaca, repasando la lectura del libro de lenguaje.
Al recordar a su gatita comenzó a buscar algun nombre entre esas páginas pero fue interrumpido por el tipo de siempre, rodó los ojos al sentir arrebatado el libro.
— ¿Leyendo lenguaje, Jaeger? Que anticuado —
— Bueno, yo quiero tener un verdadero futuro, déjame en paz — tomó de vuelta el libro y siguió buscando.
La profesora llegó.
— Joven Kristein, por favor, tome asiento — pidió
El chico hizo caso y se sentó...al lado de Eren. Éste suspiró con pesar, tanto por la presencia de al lado como por no encontrar lo que esperaba. Cerró aquél libro y lo puso en la estantería.
La clase comenzó, todo normal y aburrido como siempre, tomando notas y viendo a los demás del grupo participar.
Repasaba los nombres de sus compañeras, tal vez uno de esos lo convence.
Sasha, Hannah, Mina, Ymir, Krista....no, ninguno le cuadraba para ella.
Esperó a que el día pasara rápido, pero raras veces el universo se ponía de su parte.
Pasó el día pensando, miraba el cielo.
Tal vez nube, no, ella es de pelaje negro. Luna? No, ese es muy común al igual que estrella.
Miró un punto fijo, nada se le venía a la mente.
De nuevo a clases, todo siguió como siempre, se frustraba al no obtener un nombre digno para su mascota.
— ¡Joven Jaeger! — el profesor lo sacó de su mente
— ¿Sí? —
— ¿Está escuchando, o tengo que repetir? —
Conteniendo todas las ganas que tenía de contestarle como quería, suspiró.
— Temo que tendrá que repetir, profesor — contestó sin mostrar intimido
— Bien, última vez, harán una investigación y un reporte sobre una guerra que les interese y lo más importante, sí hubo un barco, una persona, un arma, una bomba o algo importante que haya marcado la historia — dijo sin más
Eren asintió.
— Gracias profesor —
Continuó pensando mientras escribía, suerte la suya al enterarse que era la última clase.
Suspiró de alivio y guardó todas sus cosas para regresar a casa.
Ignoró a algunas personas que sorprendentemente le hablaban, tenía algo pendiente, quería ver a sus gatitas. Acabar pronto la tarea y jugar como prometió.
Apenas llegar, fue recibido por maullidos que demostraban lo mucho que lo extrañaron.
— Hola, yo también las extrañé — dijo, deshaciendose de su mochila y cargando a ambas
— Sólo déjenme hacer mis cosas, y jugaré, lo prometo — dijo y las bajó
Colocó comida en su traste y comenzó con lo suyo.
La investigación no fue la gran cosa, fue la primera que le apareció.
En la guerra Ruso-Japonesa podía poner los comandantes encabezando el conflicto pero algo llamó su atención. Un buque blindado que participó tanto en ese como en otros conflictos.
— El Mikasa? — dijo en voz baja, la gatita negra maulló.
La volteó a ver y luego vio el buque.
— ¿Mikasa? — de nuevo maulló
Sonrió, ya tenía el siguiente nombre a pesar de tener un origen repentino.
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Mis lindas y tiernas nekos
FanficEren, chico solitario que no tiene muchos amigos, un día decide con tener algo de compañía y adopta a dos lindas gatitas las cuales guardan un secreto, comenzando desde ese día, una nueva vida para él.