Sufrir

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Y de nuevo volvía aquél Eren depresivo y desanimado, no se acercaba tanto a sus amigos y cuando lo hacía solo era para cruzar dos o cuatro palabras. Eso preocupaba a Armin y a Krista, pero cuando intentaban acercarse simplemente eran alejados por lo distante de su comportamiento.

Las únicas veces que podía llorar y desahogarse era en la parte trasera de la escuela, tres semanas y su segunda chica de compañía lo dejaba.

— Eren? —  lo llamó su amigo, éste no volteó, al parecer había encontrado su escondite

— ¿Qué te pasa? Has estado muy raro desde hace días, ¿Todo está bien? —  se acercó

Repentinamente solo lo abrazó, Armin se sorprendió por ello al sentir al castaño temblar al esforzarse por no llorar.

— Eren, ¿qué tienes? —  correspondió su abrazo para darle consuelo a pesar de no saber que tenía

— Mikasa...morirá en algunas semanas —  dijo con voz temblorosa

— ¡¿Qué?! ¿Por qué? —  se exaltó, separándose

— Ya es mayor y dijeron que es más debido al mayor desgaste físico —  bajó la mirada

— Ay mi amigo..., no hay remedio alguno o si? —  preguntó preocupado, él también se había encariñado con dicha gatita.

Le dolió la partida de Annie y ahora Mikasa? Que mala suerte.

— No, no se puede hacer nada —  dijo recargando la espalda en la lisa pared

Armin lo miró por un momento, lo notó fácilmente.

— Las amaste demasiado, verdad? —  preguntó preocupado

Eren solo asintió.

Se creó un silencio sepulcral horrible, ambos iban a pasar muy mal dichas semanas pero ya no habían más opciones. Era injusto pero ambas tenían la misma edad así que es de suponerse, tal vez tal desgaste físico lo padeció Annie también pero por ende nunca lo supo. Tal vez aquellas noches donde a veces se desvelaban eran pieza fundamental, no lo sabía. Evidentemente después de verlas como una chicas reales no se limitó del todo a ello, pero de nuevo, no estaba seguro. Fingir que todo iba bien y que se encontraba correctamente tenía que seguir hasta que ella ya no estuviera. Después de ahí podría volver a ser ese chico depresivo de antes.

La chicharra sonó, era hora de clases.

— Vamos, Eren, llegaremos tarde —  dijo su amigo, rompiendo con tal silencio

— A...Adelántate, no tardaré en llegar —

— Bueno —  dijo y se alejó preocupado, tal vez necesitaba estar solo

— ¿Cómo está? —  preguntó Krista al encontrarse con Armin en el patio principal de la escuela

— Muy mal, tenemos que estar al pendiente, en cualquier momento de las siguientes semanas, seguro estará peor — frunció el ceño, preocupado

— Ahh, de acuerdo, entonces vamos o llegaremos tarde —  dijo con angustia, se abrazó del brazo del rubio y juntos comenzaron a caminar hacia el aula.

Evidentemente Eren no asistió a clase, no le importó si su mochila estaba en el salón donde todo el mundo se daría de que había faltado. No le importó.

Caminó por todo el campo trasero del colegio. Recordando aquella primera vez donde dichos ojos divergentes atraparon su atención por completo y de un momento a otro recordaba cómo los ojos de Annie se dilataban y se cerraban lentamente para luego imaginarse cómo sería lo mismo pero ésta vez con Mikasa. Sus ojos se cristalización.

Un maullido pequeño llamó su atención, volteó su cabeza y encontró un gato blanco con casi los mismos ojos azules. Prestó atención.

Siguió maullando hasta que un gato más grande se acercó a dicho cachorro. Lo tomó de la nuca y lo cargo, volteando a ver al chico. Eren sonrió, era aquél gato que se encontró de casualidad antes de que tomara la decisión de tener a Annie y Mikasa.

Al parecer era gata y no gato. Sonrió.

La gata lo miró un poco más para después irse por medio de los matorrales cerca del muro de la escuela, seguro ahí había hecho su criadero.

Suspiró. El tiempo pasó muy rápido y ahora parecía que se iba demasiado lento y doloroso. La chicharra volvió a sonar, ésta vez sí fue al aula pero sólo para recoger su mochila e irse, no tenía ánimo para terminar las clases. Armin tendría que visitarlo esa misma tarde, tanto para pasarle los apuntes como para consolarlo.

Mis lindas y tiernas nekosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora