Chicas de ensueño

1K 116 46
                                    

— ¿Estás listo? —  preguntó su amigo

— No —  respondió nervioso

— Bien! Yo tampoco —  respondió para luego entrar a dicha fábrica importante, entrando directamente en la manufactura de los accesorios o propiamente productos.

— Hola! ¿Ustedes son los chicos de la Universidad de Rose? —  dijo una chica amable que se acercó a ellos

— Ah..., sí, somos... somos nosotros —  respondió el rubio

— Un gusto, mi nombre es Frieda Reiss, colaboradora industrial de este lugar —  dijo extendiendo su mano, ambos se sorprendieron, era una colaboradora demasiado joven.

— Encantado, Armin Arlert —  saludó primero

— Eren Jaeger —  contestó el castaño cuando le tocó saludar

— Lindos nombres, en fin, vengan conmigo, les mostraré el lugar —  y con una sonrisa los fue guiando por toda la zona.

Habían más estudiantes tomando nota y observando con atención. Ambos chicos miraban por todos lados mientras escuchaban a la pelinegra.

Sin embargo, los verdes ojos de Eren chocaron con unos azules bastante brillantes. Se quedó inmóvil.

Ambos se miraron fijamente por mucho tiempo, el grupo de la chica avanzaba pero ella decidió acercarse a tal chico tan llamativo.

Su amigo y guía avanzaron igualmente.

La chica tenía una piel blanca de porcelana tan linda, su cabello rubio claro y dichos ojos brillantes..., Eren sonrió inconscientemente.

— Hola... —  saludó ella

— Ho..Hola —

— Dime, ¿Te conozco de algún lado? —

— No lo sé; s..soy Eren...Eren Jaeger, un placer —  extendió su mano

La chica la aceptó.

— Yo soy Annie, Annie Leonhardth — 

Lo confirmó, al escuchar dicho nombre la abrazó y la levantó un poco del piso. Sintiendo algo tan reconfortante.

La rubia se exaltó bastante pero a tal contacto sintió en serio que se conocían, ¿De dónde? No lo sabía.

— Siento como si en verdad te conociera —  dijo confundida al ser soltada por el castaño

— Igual yo pero, no sé —  se limitó a responder, dejando a la rubia más confundida

— ¿De qué escuela vienes? —  preguntó ella

— De Rose, y tú? —

— De Sina —

— Algo lejos — 

— Ja ja, sí —  contestó

Se miraron fijamente por otro momento, por instinto comenzaron a acercarse sin notarlo. Dieron un ligero roce entre sus labios y reaccionaron, alejándose con sus rostros sonrojados.

Annie arrancó algo de su libreta y se lo entregó al castaño.

— Espero que algún día podamos descifrar de dónde nos conocemos —  dijo sonriendo

Eren miró aquél papel, era su número celular, sonrió.

— Claro, nos vemos —  dijo él, extendiendo su mano de nuevo. Annie la tomó pero jaló al chico a su dirección para quedar más cerca y colocar un beso en su mejilla.

Mis lindas y tiernas nekosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora