Mis lindas y tiernas nekos

Secreto

Terminó su horario. Ambos se levantaron de sus lugares y comenzaron a caminar hacia la salida sin que se dieran cuenta de que varios los estaban siguiendo.

— Y bueno, todo lo que te platique fue bastante extenso, ¿Qué hay de ti? —

— No, yo sé bien que escondes algo más, ¿qué es realmente? —  miró con atención

Eren suspiró.

— Verás, a ti no te puedo engañar y fue estúpido pensar que sí pero en estos 4 años lo pasé terrible, no sé por qué pero simplemente a nadie le agrado, todo el mundo se aleja de mi y como ya te dije, me quedé conforme en estar solo sin amigos ni nada pero cuando te volví a ver en frente mío..., no lo sé Armin, sentí que todo eso desapareció —  bajó la mirada al sentir que sus ojos se llenaban poco a poco de agua.

Se detuvo y detuvo a su amigo para abrazarlo, dejando salir unas cuantas lágrimas.

— Es horrible estar tan sólo y ni siquiera saber el porqué —  dijo

Su amigo lo abrazó y compartió su tristeza.

— Tranquilízate, ya estoy aquí de nuevo — 

— Me alegra que estés aquí, en serio —  se separaron

La mirada de Eren captaron la compañía que tenían detrás, rápidamente limpió sus ojos, sonriendo avergonzado.

— Vaya, nos estaban... siguiendo —  agregó el rubio

— Oh, lo siento, perdón por no hablar pero queríamos saber más de ti..., aunque... —  dijo Krista, desviando la mirada hacia Eren

— Ah, sí lo siento, me alejé sin despedirme ni nada —  dijo al notar la mirada de la chica

— No, no me refería a... —
— Armin, ella es Krista; Krista, él es Armin —  interrumpió a la rubia

— Un gusto —  dijo extendiendo su mano, Krista sonrió confusa por la reacción de Eren pero aceptó el saludo nuevamente

— Igualmente, parece que ya se conocen —

— Sí, desde hace años —  respondió

Ambos chicos miraron a los demás, Eren no sabía que decir, no conocía a nadie más.

— Hola, yo soy Marco  —  habló uno de ellos

— Yo Sasha! —

— Y yo Connie! Hola! — 

Se presentaron uno por uno, Eren se sintió extraño, al parecer comenzaron a notarlo solo por la llegada de Armin? Que irónico.

Después de ese extraño momento, se despidieron, y de su parte, el castaño solo se despidió de Krista, ya que era la que "mejor" conocía del pequeño grupo tras de ellos.

Se tomaron un tiempo libre y fueron a la casa del castaño, siendo recibidos por ambas gatitas que esperaban ansiosas a la llegada de se querido chico.

— No me dijiste que eran gatos —  dijo su amigo acariciando la cabeza de una de ellas

— Gatas, son hembras —  corrigió

— Oh, vaya, que lindas —  sonrió

Ellas, al no reconocer del todo al recién llegado comenzaron a olfatearlo un poco y analizarlo con sus miradas fijas.

Mikasa subió a sus hombros y se recostó en ellos al notar una gran confianza emanar del rubio hacia su dueño y viceversa.

— Sí, las adopté hace como 15 o 10 meses, pareciera que fue hace 4 meses, el tiempo se fue volando —  suspiró sonriendo

— Vaya que sí, aunque bueno, no siempre fue tan rápido —

— Te apoyo en eso —

Ambas se miraron entre sí, la confianza en verdad era mucha.

Comenzaron a maullar, ambos voltearon a verlas pero sin tomarle tanta importancia.

Mikasa bajó de los hombros de Armin y se unió a Annie, frente a él sin dejar de maullar.

Ahora tomó en manos a la gatita anaranjada.

— Maúllan mucho —

—  Sí, a veces hacen eso, no sé porqué —  dijo

De la nada, Annie comenzó a crecer y pesar más para que su conversión terminara más rápido y de forma bastante repentina. Asustando a ambos chicos.

— ¡¿Q-Qué rayos?! —  se escandalizó

— ¡No, Annie! —  replicó el castaño

La chica terminó sobre el rubio, quien se deshizo de la chica y se dirigió a un lugar seguro que supuso que era la habitación de Eren, que era la más cercana.

— ¿Por qué hicieron eso? —  preguntó molesto

Ambas chicas voltearon a verlo confundidas.

— ¿Qué a caso no se tienen confianza? —  preguntó Mikasa

— Sí, pero no tenían que transformarse en frente y en cima de él —

Ambas bajaron sus orejas al sentirse regañadas.

— Está bien, lo sentimos —  dijo la rubia

Eren suspiró y se acercó a la puerta.

— Armin, ¿Estás bien? —  preguntó tocando la puerta ligeramente, no hubo respuesta de inmediato.