Ser pobre, ser humillada y sufrir por un amor, ¿es justo?
¿Cuál sería tu respuesta si un ser sobrenatural te propone un trato?
¿Darías tu amor a cambio de tus deseos?
¿Sin importar que puedas morir?
¿Vas a huir o a confiar?
No, no medites las respue...
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Con nuestros gritos hicimos levantar molesto a nuestro padre, quién igual se unió al coro de las chicas miedosas.
—Ustedes no aguantan nada —Dijo samael divertido.
se quitó de la pared para pararse en frente de la entrada.
—Pues como vamos aguantar si vemos la mitad de un cuerpo humano —Se quejó mí padre—. ¿A qué se debe tanto público?, yo los hacía ya en sus casas —Mencionó hostil.
—No tengo donde dormir.
—Yo le dije que sí quiere quedarse en mí casa o le traigo cosas a su habitación pero se asustaron todos.
Los cuatro sonreímos. A mí me pareció hermosa la confesión. No tengo problema con compartir con mí hermano, mientras él esté cerca, mejor.
Samael Chasqueó sus dedos.
—Ya quedó listo.
—Gracias —Se levantó Charlie y comenzó a estirarse.
Papá rodó sus ojos y se fue a su habitación.
—Gracias por esto, Samael. Igual gracias a ti hermanita porque me has escuchado. Que tengan linda noche.
Bailó un poco salseo para subir al cuarto.
Mí pareja se sentó a mí lado y me rodeó con sus brazos. Dejó un beso suave en mí mejilla.
—¿Escuchaste todo?
—Lo sé todo.
Quedé contemplando el vacío. Quizás ya tenga que avanzar, odio ese miedo que me invade aún no sé sí podría.
—¿Vuántas veces diré que no te preocupes, pequeña?, lo que dijo tu hermano, sí, buena la anécdota y manera de unirnos pero no me gustaría que te sintieras mal ni presionada.
Me aferré más a él.
—Quizás tengas razón pero no quiero perderte. Antes deseaba la muerte y ahora anhelo más vida. No sé sí podría seguir sin ti.
