VEINTISIETE

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No le dije nada a nadie de lo que se iba hacer, pero estoy con unas altas ganas de quemar o demoler toda la casa, para así acabar con aquellas cosas de esa familia que le gustaba atormentar las vidas de otros

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No le dije nada a nadie de lo que se iba hacer, pero estoy con unas altas ganas de quemar o demoler toda la casa, para así acabar con aquellas cosas de esa familia que le gustaba atormentar las vidas de otros. En el camino nos siguieron algunos autos de telereportaje. Noté, sentí y vi como nos tomaron fotos e incluso hasta videos.

—¿Cómo piensas entrar a este lugar?

Preguntó mí hermano al llegar a nuestro destino. Miré tierna a Haniel.

—Yo no voy hacer nada, tienes que entrenar tus poderes —Respondió sin ganas.

No le quité la mirada, él soltó un pequeño gruñido y de una tallada de manos hizo aparecer unas llaves.

Le sonreí inocente.

—No puedo creer que tengas poderes, Darlyn —Exclamó mí padre.

Me encogí de hombros.

—Cada momento que pase, empieza a creerlo.

—¡¿Entonces sí puedo creer que existe Spiderman es mí Dios? —Preguntó Charlie con emoción.

Solté una risilla y asentí con la cabeza.

—Te estás atrasando, bombón.

Alcé las cejas con aprobación.

—Me gustaría que me acompañen para ver el lugar por dentro antes que desaparezca.

Estuvieron de acuerdo y nos bajamos del carro. Algunas personas que nos siguieron empezaron a entrevistarme. Dios, ¡Mamá soy famosa!

Pero no me hace sentir cómoda con tantas preguntas que hacen como: ¿a qué vino?, ¿vivirá aquí?, ¿cuando tendrá hijos?

Joder, no tengo ni un año de casada y estos diablos ya quieren que tenga crios.

Abrí el portón de la mansión. Papá y Charlie se adelantaron por la incomodidad en la que nos encontramos. Como la gente me rodeó, Haniel tomó de mí mano para sacarme del círculo y llevarme dentro del lugar, con trabajo cerró el portón. Suspiré pesado.

Tengo una mejestuosa vista. Los muros que tiene la casa, están bañados en oro con pequeñas decoraciones de diamantes. En el gran corredor el escombro del piso tiene vidrio y de bajo, hay agua que parece conectar a la parte de atrás. Abrí la puerta principal, en la sala tiene un toque de elegancia al estilo del renacimiento, combinación de colores entre rosado, amarillo, morado y verde. En medio hay una escalera con pasamanos de diamantes que lleva acceso hacia a lado izquierdo y derecho. Las recamaras tienen puertas blancas. Debajo de las escaleras, hay un piano bañado en oro, en las paredes hay cuadros de fotografías familiares que por cierto, son de viajes a lugares famosos. La mesa de centro tiene dos macetas de rosas, detrás de los muebles hay una enorme ventana que deja ver hacia el patio grande, allí parece ser que se realizaban los eventos de las fiestas. Charlie se dirigió hacia una puerta que lleva a la parte de atrás y papá le siguió. Haniel quién sabe a donde se fue y por mí parte, me dio ganas de husmear en las habitaciones. Opté visitar del lado izquierdo hasta derecho.

Nuestro pacto (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora