TREINTA Y DOS

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-¡oh, mí buena amada!, cuanto he extraño tus ojos acaramelados.

-Mí amor, mí vida, mí tesoro. Yo he extrañado tus dulces esmeraldas -respondí resplandeciente.

Estoy danzando en el pasto junto con un tipo vestido de caballero médiéval. Estoy en esa época. Las flores son de colores suaves, el pasto de un verde primaveral. Siento una emoción explosiva en forma positiva.

-he recitado un nefasto poema para usted, amor de mí vida.

Dejé de danzar y me quedé estática.

-estimado dueño de mí alma, ¿por qué te referís así de tal creación?.

-porque merecés más que lo siguientes que diré.

-no juzgues más la belleza de tu alma y decidme tales sin duda hermosas palabras.

-sí llego alcanzar el sol, que sea por su hermoso amor. Sí llego a ganar cada batalla, que sea en nombre de usted mí amada. Sí la lluvia desaparece, es para que yo así pueda contemplar más su belleza. Por más personas que existan en este mundo, por más doncellas que hayan, nadie podrá cautivar mí corazón justo como usted lo hacé. Ha sido dueña de mis ojos, dueña de mí corazón, dueña de mí ser, ¡nadie más gozará tal privilegio!, ninguna doncella más tendrá el amor de este hombre. Me he enamorado, he entregado todo de mí a usted. Aunque pasen segundos o tanto tiempo, siempre le perteneceré a usted, mí bella dama. Mí dulce amor, sólo a usted -terminó en un tono apagado

Aplaudí con emoción y le abracé al caballero. Dejé un beso en sus labios.

-he amado cada palabra exquisita de usted, amor mío.

-no comprendo como lo hacés, mí tesoro.

-así como yo he robado su ser, usted ha cautivado las flores de mí jardín, ese bello cautivo dentro de mí.

-sencillamente la amo.

Me miró con ojos brillosos y dejó un beso húmedo en mis labios.
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Desperté agitada. Al menos estoy agradecida que no fue un sueño de terror o ese tonto diciéndome cosas inexplicables. Me sentí contenta por aquel sueño, emoción una extraña sensación en el pecho lleno de paz, eso fue lo que me invadió. Por un momento pensé que, la era médiéval no era fea como algunos dicen, con este sueño puedo reflejar lo contrario. Ese aire de naturaleza, tranquilidad e invasión de estar en un ambiente ingenuo, me hace pensar que fue lindo, el inicio de una época llena de aprendizaje. Tener mis pies sobre el pasto, danzar sobre él, viajar a otro mundo, estar dentro de un sueño como ese es desear continuar teniéndolo, o es así como me siento justo ahora. Siento gran potencial de buenas energías dentro de mí pero a la vez, nostalgia.

Acabo de recordar lo que pasó antes de que me durmiera. Sobé mis ojos con tal de mantener la calma pero unos nervios me invaden, es también, como me siento. Que abrí una vieja herida o algo así siento. Ese sentimiento vacío, anhelo de haber deseado cosas cómodas y no la vida golpeante que me tocó. Ojalá no hubiera escuchado las palabras del desconocido todo hubiera ido mejor conmigo. No estuviera aquí con remordimientos. Necesito recuperar la cordura, necesito pintar mí vida de rosa, no quiero que el color gris se distorsione.

Una pequeña curiosidad me invadió. Ya es de madrugada y casi se viene el amanecer según yo. Revisé la hora, joder, son las dos de la mañana. Sí, claro, ya viene el amanecer.

Miré el rincón para ver sí seguía ahí el desconocido, por un momento pensé que al fin ya no estaba pero sí está. Sigue mirándome.

Suspiré de enojo.

Nuestro pacto (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora