Ser pobre, ser humillada y sufrir por un amor, ¿es justo?
¿Cuál sería tu respuesta si un ser sobrenatural te propone un trato?
¿Darías tu amor a cambio de tus deseos?
¿Sin importar que puedas morir?
¿Vas a huir o a confiar?
No, no medites las respue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⚠Advertencia⚠:no apto para sensibles.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de que se llevaran a la pareja Sam me llevó a casa.
Me alisté para dormir pero era un poco difícil, no dejo de hacer teorías de quién podría haber mandado a los demonios. Salí al balcón para tomar aire, sam siguió mis pasos para jugar con mí cabello.
—¿por qué tienes que pensar tanto? ¿cuántas veces tengo que pedirte que confíes en mí?
Puse mi cara sobre mis manos.
—Mejor cuéntame como es que tienes a los servidores —Desvíe el tema.
—bueno, en su vida humana fueron trillizos, a los quince años perdieron a toda su familia en un asesinato, pensaron en suicidarse y es donde les propuse un pacto, ellos serían mis servidores a cambio de tener poderes, sin pensarlo aceptaron ya que imaginaban ser invencibles —Pensó un poco sus palabras ladeando la cabeza—. El mayor se llama gos, el mediano gob y el menor gon.
—Al menos hubieran tenido nombres distintos.
—Ya les pondré etiqueta, ¿bien?
—No, porque no se venden, mejor que lleven gafetes.
—retira lo dicho en no venderse, suelen a veces ser strippers y a pesar de ser guapos no cobran mucho.
¡Pero que ofertón! en ese caso, quiero que cada uno me dé dos espectáculos.
¿Qué?
Sentí una mirada celosa.
—Yo no dije... E, f-u, fu, fue mí cerebro —Respondí torpe.
Aún así sam sigue con su mirada celosa.
—Entonces convence a tu cerebro que yo daría un mejor espectáculo que esos tres juntos.
Sonrió burlón.
¡Demonios! Cubrí mí rostro para no morir de vergüenza. Mí compañero soltó una pequeña risilla.
