Dirty Laundry [Drarry]

41. Rät

Ron abrió los ojos a un sol cegador, intentando taparlo con la mano, pero se desequilibró y se dio cuenta demasiado tarde de que estaba sobre un flotador en la piscina.

—Mierda... —se llevó las manos a la cabeza, porque le dolía como si se la taladraran por dentro, tenía la boca seca y la cara le ardía como si se hubiera arrastrado por concreto.

Salió de la piscina, dándose cuenta de que estaba en ropa interior y que habían botellas de cerveza vacías hundidas y algunas otras flotando, y también al fondo había una silla de playa.

En el pasto había una calabaza aplastada, con pastel y esparcida con los restos de algo que parecía ser papel, como si estuviera descuartizada o la hubieran atropellado, había una saeta de fuego atascada en un árbol, donde encontró sus pantalones colgados.

Se los puso mientras flashbacks de la noche anterior iban a su cabeza como pensamientos intrusivos.

Hedwig estaba acurrucada con la lechuza de Draco en un arbusto. Buscó a su alrededor por si veía a alguien, pero parecía ser el único en el patio.

Entró a la mansión y encontró a Pansy con su camisa puesta y la parte de abajo del traje de baño tirada en el sillón. Su maquillaje estaba corrido como si hubiera llorado y su labial por todos los alrededores de su boca. También tenía un moretón en la mejilla y rasguños, y su cabello hecho un desastre con restos de calabaza y pastel.

—Pansy —le dijo Ron, pero no se movía. Si no viera que estaba respirando, hubiera creído que estaba muerta—. ¡Pansy! —la movió, y ella le dio un puñetazo.

—¡Ron!

—Agh...

—Lo siento... —se incorporó—. ¿Estás bien?

—¿Cual es tu problema?

—¡Lo siento! Es mi reacción natural cuando me despiertan.

—¿Te acuerdas de algo de anoche?

—Recuerdo todo.

—¿Qué pasó?

—¿De verdad no te acuerdas? —le preguntó mientras Ron se sentaba junto a ella.

—Uhm... —sacó su celular de su bolsillo y tenía miles de notificaciones de Blaise, y del grupo de la familia—. Mierda, no quiero ni ver... —abrió la cámara y se vio. Estaba arañado, su maquillaje corrido y tenía labial como el de Pansy en toda la boca y alrededores—. Me acuerdo de algunas cosas pero no de los rasguños.

—Quisiste asar a la lechuza de Draco y te atacó.

—Mh... —Ron se apoyó en su hombro con pesadez y Pansy se apoyó en su cabeza—. Me duele existir.

—Y a mí. Pero uh, la anécdota está buenísima. Definitivamente se la contaré a los hijos de Harry y Draco cuando tengan edad.

—Reviviste... —Ginny bajó y lo miró divertida—. Estás tan, tan, tan muerto... —se rió.

—Ya lo sé... pero ya qué, no tengo nada que perder.

—Vas a dormir con los cerdos el resto del verano. Mamá está furiosa, pero yo sé que papá se está cagando de risa. Lo bueno es que piensan que solo estabas borracho.

—¿Y el resto?

—Bueno, por si no te acuerdas, Hermione se fue anoche... seguramente esté el doble de muerta que tú. Harry y Draco están arriba... y yo estoy aquí. Y ustedes ahí.

—¿Y Harry está bien? —le preguntó Pansy.

—Sí, no sé si se acuerde, pero si lo hace, está furioso con ustedes. Y Draco también, está emputadísimo.