Dirty Laundry [Drarry]

50. Brother

—Feliz cumpleaños a ti... —terminaron como si fuera coro fúnebre, quizás porque habían tenido que ir a demasiados ese último tiempo.

—Pide tres deseos, Harry. —dijo Molly con una sonrisa, sosteniendo el pastel de Snitch que le había hecho.

Miró a todos los que estaban presentes, mirándolo con lástima. Nunca había tenido un cumpleaños tan lleno. Ahí estaban Ron, Hermione, Sirius, Remus, Hagrid, Tonks, Fred, George, Molly, Arthur, Bill, Fleur y Ginny, incluso Hedwig y uno de sus pollitos estaba ahí posada mirando a Harry. Pero faltaba una parte importante y no era la oreja de George. Podría estar lleno, pero solo quería que volviera a ser como hacía un año, con Draco.

Cerró los ojos dejando escapar una lágrima y soportó las velas, limpiándola rápido e intentando sonreír.

Todos aplaudieron y Hermione le dio un abrazo.

Le había llegado una lechuza de Pansy con una tarjeta de cumpleaños y una caja de Ferrero Rocher, porque "se parecen a una snitch".

Subieron a comer pastel al cuarto de Ron, pensando en todas las cosas que habían estado pasando.

—Qué rico pastel —dijo Hermione—. ¿Te gustaron tus regalos, Harry?

—Sí, supongo...

—Harry —le dijo Ron con un tono de emoción que no se le había escuchado en mucho tiempo—. Mira lo que encontré.

—¿Qué?

—Las canciones.

—¡No! —Harry se tapó la boca.

—¿Qué canciones? —Hermione lo miró.

—Pues, la primera vez que estuve aquí, a los doce... escribimos unas canciones muy estúpidas. Una era como... somos dos putas lesbianas —Harry soltó una risa y se llevó una mano a la frente—. Y otra que era como... tú puedes hacer caca y yo también...

—¿Qué? —Hermione soltó una carcajada—. Ay, no jodas...

—Pero la de "olemos mal" era la mejor de todas —Ron se sentó al lado de Harry y le mostró el papel—. La cantábamos a dueto, súper romántico.

—Ay, sí... —Harry se acomodó—. Recuerdo que la primera vez que lloré de risa fue esa vez en clase de vuelo cuando Madame Hooch de fue a no sé qué y tú la empezaste a cantar, yo me ataqué en el suelo a reír y no sé por qué me empezaste a echar pasto en la boca mientras me reía.

—Ah, sí... mira, mira —Ron se aclaró la garganta—. Somos dos cochinos marranos, juntados por el destino... ¿No hueles eso? Huelo a caca...

—Yo no me quiero bañar... —desafinó Harry aguantando la risa—. Pero si no huelo mal... somos un par de mierdas...

—Ahora nos bañaremos...

—Ay, mi- —Harry soltó una carcajada—. Ay, mi papel de culito...

—Eres una mierda... solo quiero...

—Tu caquita... —finalizaron al unísono antes de que los tres estallaran en carcajadas.

—Pero qué estupidez... —chilló Hermione, que tuvo que echarse hacia al lado por la risa.

Ron resopló por la nariz, lo cual le dio aún más risa a Harry, hasta que un rato después, las risas se desvanecieron de a poco y los tres se quedaron con una sonrisa que se iba convirtiendo en nostálgica y poco a poco se desvanecieron.

—Te acuerdas cuando... —comenzó Harry mirando—, cuando estábamos en el pasto, y tú te moviste, y yo me empecé a reír porque te acostaste sobre popó, o sea DIARREA de unicornio...