53. You can run away with me...

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—...y tenía miedo... —dijo Draco, acariciando el cabello de Harry, mientras éste yacía en su pecho y veía la marca tenebrosa en su antebrazo—. Fue horrible... no he dejado de tener pesadillas, ni de extrañarte a morir... no podía esperar al momento en el que te tuviera en mis brazos otra vez.

—Ni yo... —Harry movió un poco la cabeza—. Ni siquiera tengo palabras.

—No las necesitas... ya lo sé. No pienso volver allá, nunca volveré a dejarte. No voy a perderte de nuevo.

—Yo tampoco —Harry tomó la mano de Draco y besó la marca—. Encontraremos una forma de sacar ventaja de esto.

—Chicos —dijo Hermione desde afuera de la tienda—. Vístanse, es hora de irse.

Harry se incorporó y miró a Draco un poco divertido.

—¿Quieres ver el lugar donde nací?

...

—Creo que deberíamos usar multijugos.

—Quizás es demasiado arriesgado estar aquí así nada más. —asintió Draco.

—No... este es el lugar de donde vengo. No quiero venir como otra persona. Y si hay que pelear, pelearé.

Draco le dio la mano y Hermione se tomó de su brazo libre, comenzando a caminar por aquella nevada calle. Harry sentía una extraña nostalgia por ese lugar. Era como si quisiera recordar momentos en él, pero era todo muy nuevo.

—Es nochebuena... —dijo Draco.

—¿Ya? —le preguntó Hermione—. Santo cielo... no sé ni en qué día vivo. Ya perdí por completo la orientación.

—Naturalmente —le contestó Draco—. Pero yo me la pasé día tras día poniendo una equis tras otra en el calendario. Vi al verano en su lecho de muerte, vi al invierno arrasar con todo... no podía pasar una navidad sin Harry.

El mencionado puso la cabeza en su hombro por un momento.

—Escuchen... —dijo Hermione para do frente a un cementerio.

—¿Creen que estén ahí? —preguntó Harry con la voz apagada.

—Podrían... —contestó ella.

Buscaron una entrada y se separaron para buscar entre las lápidas. Hermione encontró una después de un rato, con el símbolo de las reliquias nuevamente y el nombre de Ignotus Peverell.

—Así que es verdad... —ella se volteó—. Oigan, chicos... —los vio a lo lejos, parados frente a una lápida. Draco tenía la mano en la espalda de Harry y besaba su cabeza repetidas veces. Ella fue hacia allá y los miró un momento, pudo ver la luz reflejándose en las lágrimas de Harry.

—Solo quisiera volver a ser ese... feliz, entre sus brazos y sin cicatrices. —dijo él.

Hermione se agachó, y con su varita dejó una corona de lirios y narcisos sobre la lápida de sus padres.

—Solo mueren los que se olvidan. —dijo ella tomando su brazo otra vez.

Sonaron unas campanadas y Harry se secó la cara asintiendo.

—Feliz Navidad...

—Feliz Navidad... —susurró ella apoyándose en su hombro.

—Feliz Navidad, Hazz... —Draco le dio un beso.

—Chicos... —dijo Hermione—. Hay alguien observándonos junto a la iglesia.

Ambos se giraron lento.

Dirty Laundry [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora