Dirty Laundry [Drarry]

10. Laberinto

Los rayos dorados del sol acariciaban suavemente el castillo y sus alrededores. Fue un día agotador en general, exámenes, y Harry, por su parte, estaba preparándose para la última prueba, estudiando incluso más que Hermione en sus mejores días, pero se sentía bien ser él mismo otra vez.

—¿Como te fue en el examen? —preguntó Harry atravesándose un postre, mientras se sentaban en una banca que había afuera.

—Bien, de hecho. —contestó Draco robándole un pedazo.

—¿No cambiaste de cuerpo con nadie más?

—Ya escuchaste al viejito, eso es extraño.

Harry soltó una risa.

—¿Por qué será raro? Digo, cuales son esas circunstancias...

—Supongo que la latente homosexualidad, ¿no crees?

Harry soltó otra pequeña risa nerviosa.

—Sobre eso... cállate. "No traiciones". Ajá, ¿qué procede? ¿Te vas a morir?

—Sería traición sólo si lo uso contra ti, creo. Así que Diggory.

—Cállate... —lloriqueó Harry—. Esto es humillante.

—Pues sí, eres ridículo —se rió Draco—. Diggory... como si tuvieras una oportunidad. Y Longbottom, me esperaba más de ti. Realmente, y eso es decir mucho. Veo que te gustan altos.

—No sé ni lo que me gusta.

—Bueno, según Granger, lo sabes pero solo estás en negación. Odio decir eso, pero creo que tiene razón. Yo ya me acep- no, en realidad, yo ya me asumí.

—¿Ah sí? —Harry lo miró.

—Si mi padre se enterara, me mataría. Ya sabe que me estoy juntando contigo y está bastante disgustado. Imagínate si supiera que soy gay. Siento que mi mamá lo sabe... pero mi papá solo habla de la descendencia y de como tengo que mantener el linaje y... esas cosas. Yo ni hijos quiero.

—Oh. ¿Y como supiste?

—Casi igual que tú, tomando medidas, experimentando... sólo que de forma más digna.

—¿Acostándote con Pansy Parkinson?

—¡Te dije que no hablaras con nadie! —Draco se acomodó un poco.

—¡Me secuestró! No sé cómo lo hace... pero solo se puso a hablar. Aproveché para intentar convencerla de que no soy tan malo, y me dijo que... me dijo que no le baja.

—¡¿QUÉ?!

—Ya lo sé.

—¡Van a asesinarme! Ay, no... ¿qué voy a hacer ahora? ¡Tengo el mismo instinto paternal que un brócoli! Y nos cuidamos, lo juro, si nos estaban enseñando como hacerlo, ¿como no íbamos a hacerlo?

—Oh, santo cielo —Harry se llevó una mano al pecho—. Entonces solo es casualidad, vamos. Te creo que los métodos Muggles puedan fallar, por algo tengo un primo... pero los mágicos no.

—Mh. Tienes... tienes razón. Maldita estúpida, casi me desmayo. Merlin... claro que nos cuidamos, ¿crees que soy estúpido? Tienes razón. Qué maldito susto.

—Te pusiste pálido. —se burló Harry.

—Ay, cállate. Bueno. Eres la única persona a la que le he dicho esto, así que... cállate.

—Por supuesto... pero tú también —Harry soltó una risa aliviada—. No te imagino siendo papá. Ah, un mini Draco... qué pesadilla.

—Cállate. Ni lo menciones... no sabía que tenías un primo.