Dirty Laundry [Drarry]

8. Switch

—Harry, dímelo otra vez.

Hermione caminaba de un lado a otro, mientras Ron estaba tirado en una silla pudriéndose del aburrimiento, Harry tenía la cara hundida en un libro y Draco estaba junto a él con el teléfono de Harry jugando Temple Run.

—¿Siempre es así? —se quejó el rubio en voz baja.

—Tú que crees —le contestó Harry incorporándose para mirarla—. "Ven a buscarnos donde nuestras voces suenan".

—El lago negro, es obvio. —pasó junto a Ron, que estaba roncando y lo zamarreó para pasarle el huevo.

—"Una hora tendrás para buscar". —siguió Harry.

—De nuevo, es obvio, pero potencialmente problemático. —dijo ella.

—¿Potencialmente problemático? —preguntó Harry con desconcierto—. ¿Cuando fue la última vez que aguantaste la respiración por una hora?

—Deberías intentarlo, Granger —sugirió Draco—. Si quieres te ayudo con una soga o una almohada.

Ella le hizo una mueca y se sentó junto a Harry.

—Los tres podemos con esto.

—No sé si está admitiendo que Weasley no tiene cerebro o se pasa por el culo mi presencia. —dijo Draco con la vista pegada a la pantalla.

—Lamento interrumpir su intercambio craneal, pero la profesora McGonagall los llama. —Moody se acercó a ellos, a lo que Draco se levantó, apartó a Hermione y se escondió tras Harry.

—Tranquilízate... —se rió él—. Vamos.

—No a ti, Potter, solo a Weasley y Granger.

—Pero señor, la segunda prueba es en unas horas y- —comenzó Hermione.

—Exacto —la interrumpió Moody—. Potter ya debe estar bien preparado a estas alturas y necesita descansar. Vayan. Ahora mismo.

Ron y Hermione solo lo miraron y se fueron, a lo que Moody avanzó y Draco se sentó en su puesto anterior para no tener que estar cerca suyo. Harry comenzó a ordenar sus libros y papeles para seguir con su estudio, mientras Draco evitaba el contacto visual con Moody a toda costa.

—¡Longbottom! —llamó el último, a lo que Neville apareció del pasillo—. Ayúdale a Potter a acomodar sus libros.

Harry lo detestó más que nunca.

—Draco puede ayudarme. —se apresuró Harry.

—A la cama, Malfoy. —dijo Moody antes de irse.

El mencionado hizo una mueca y miró a Harry.

—Qué horror. —le dijo.

—Lo sé. —soltó Harry mientras se concentraba en ordenar en lo que Neville llegaba, entonces Harry alzó un poco las cejas y apretó los labios en forma de saludo.

—Sabes, si te interesan las plantas, deberías leer la Guía de herbología de Gowshawk. Un mago en Nepal está haciendo árboles que resisten la gravedad.

Draco rodó los ojos y soltó un quejido.

—Neville, sin ofender, pero de verdad no me importan... las plantas.

—Bueno, solo de un tipo. —se rió Draco.

Harry le dio un codazo y se sintió mal al ver la cara de Neville.

—Ahora, si hay algún tipo de... nabo tibetano que me permita respirar debajo del agua, estaría genial. Pero si no...

—No sé si un nabo, pero puedes usar branquialgas. —sugirió.