El miedo es un estado de alerta, debemos confiar en él, reúne nuestros instintos mas animales y nos ayuda a sobrevivir en una selva de peligros.
Pero ¿Qué pasa cuando las acciones tomadas a causa del miedo nos llevan a actos desesperados?
Había pasado una semana desde que April recibió la primera carta, hoy comenzaría el juego, hoy tendría su primera pauta. No había podido dormir desde aquella noche y su rostro lo reflejaba. Dos oscuras y marcadas ojeras se dibujaban bajo sus ojos hinchados y rojos, sus labios estaban secos a causa del poco alimento que había ingerido también. En estos últimos días no se daba tiempo para otra cosa que no fuera leer y releer el mismo papel intentando encontrar algún indicio de quien podía ser "La mente maestra", aquella persona que la extorsionaba hábilmente.
Nadie le había preguntado, en siete días, que le sucedía. Todos adjudicaban su estado a los traumáticos eventos recientemente ocurridos, al hecho de que aun no encontraran a su agresor.
A las 16:00 horas April bajó por las escaleras con las piernas temblorosas, las manos sudadas y la boca seca. Un dolor agudo oprimía su estomago, el mismo dolor con el que había cargado toda la semana y que no le permitía comer ni beber casi nada.
Cuando llegó a la biblioteca miró hacia todos lados y vio que solo se encontraba allí la bibliotecaria, Irma. Saludó con un gesto simple y se perdió en los largos pasillos, el olor a libros inundo sus sentidos y la calmó un poco. No podía dejar de repetirse la advertencia que <<La mente maestra>> había escrito en su primer carta "la biblioteca es el espacio mas desolado del instituto".
Catorce largos pasillos repletos de libros y revistas, para encontrar al final un enorme estar con mesas y bancos, un perfecto lugar para estudiar en silencio.
Aquello en época de exámenes hubiera estado repleto, pero eran tiempos de calma, así que no la asombraría ver pasar algún fardo.
Aquel espacio lúgubre se veía tenebroso ausente de personas, el cielo afuera estaba nublado, lo cual no permitía que entrase ni una pisca de luz.
April tomó el libro que se le había asignado y en la pagina 74 encontró u pequeño sobre blanco.
Respiro reiteradas veces buscando calmar el temblor de sus manos, pero no lo logro. Se sentó cómodamente en el suelo con el antiguo libro en sus mandos.
Temblando y con los nervios cerrando sus garganta, tomo el papel doblado dentro del sobre y comenzó a leer sus líneas.
Querida April <<majestad>>:
Aquí va tu primera pauta en el juego: "Has de levantar la denuncia en contra de Frank, lo quiero libre"
Además... se veían tan bien juntos.
Encontraras tu próxima consigna el jueves siguiente a las 16:00 pm. en el libro "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen.
Una puntada se instaló en su pecho y la respiración se le cortó. Luego de unos segundos de apnea se puso de pie, tomó el libro, la carta y se puso en marcha hacia su cuarto.
Al menos tenia unos días para pensarlo y no debía hacer las cosas de manera precipitada.
Liberar a Frank siendo un mártir inocente para los alumnos, la dejaría con menos nivel de acción, además de confirmar la idea errónea que tenia el resto y seguiría quitándole importancia a este tipo de casos. Supuso que lo peor seria decírselo a Jhon, debería confesar todo por que no iba a ceder ante su sola petición.
Él estaba sentado mirándola fijamente, intentaba descifrar que era aquello que la tenía tan nerviosa. April caminaba de un lado al otro de la habitación, en cierto momento abrió la puerta y miro hacia todos lados deseando que no hubiera nadie deambulando por los pasillos.
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La Princesa de Hielo
General FictionUna princesa con un corazón congelado por el daño y un apuesto protector serán los encargados de liberar a una enigmática y perdida nación en medio del océano.