Capitulo 23) Extorción

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Dromania era aún mas hermoso visto desde la distancia, las celestes costas del Este, con sus playas de arena blanca. Las montañas del Oeste con sus riscos y aguas violentas, el río que bajaba desde los picos mas altos dividiendo la isla en dos. La gran ciudad al noreste, los suburbios del suroeste y la zona central, la gran selva preservada perfectamente. 

El clima era cálido casi todo el año, solo eran la excepción febrero y marzo que eran temporada de lluvia, al igual que los días mas frescos del año. Los dromanos lo llamaban Bigiganil, lo cual en castellano podría traducirse como periodo lluvioso, el termino parecía simplón pero para los antiguos la lluvia se relacionaba con la vida, y el periodo Bigiganil era un tiempo de renacer. Los jóvenes eran enviados con los ancianos de la isla a las orillas del río Haiye Bonobú, luego de un mes viviendo en la selva bajo la lluvia se decía que los jóvenes encontraban la iluminación de la Diosa Dalbi y junto con ella descubrían su destino, su misión en la vida. April lamentaba no haber tenido esa experiencia, eran muy pocos los que mantenían a tradición en la actualidad, algunas familias mineras que creían que Dalbi los castigaría si no enviaban a sus hijos y algunas familias ortodoxas del norte. Claro estaba, su misión en la vida era gobernar, y su padre no quería que nada nublara esa idea. 

-Su alteza- la despertó una de las azafatas -le tengo que pedir que se ponga esto. Estamos por aterrizar y no es bueno que la vean en ese estado-

April asintió y sonrió en forma de agradecimiento. La mayoría de las veces deseaba poder discernir cuando la gente eran simplemente amable por su titulo y cuando de verdad les nacía sinceramente.  

La prenda era una capa negra, con una capucha amplia. 

Al llegar a la pista de aterrizaje subieron a April, rodeada de guardias, a un auto negro con ventanas polarizadas, no tenía el sello del palacio ya que estaba entrando de incognito. Artemia y su prima se fueron en una ambulancia que estaba esperando a Artemia para trasladarla al quirófano, April sabía que iba a sobrevivir y esperaba que no tuviera secuelas graves, pero ahora que estaba mas tranquila pensaba en las consecuencias de haber ingresado una extranjera a Dromania. Tendría que rendir cuentas a su padre y luego al parlamento de frontera. 

En cuanto llego  a su habitación se sintió como en otro sitio, como si aquel lugar fuera de una extraña. No tenía nada que la representara, fotos viejas con trajes lujosos y acartonados, sonrisas falsas y miradas frías. Medallas que ni siquiera recordaba haber ganado, esgrima, artes marciales mixtas, equitación, ajedrez, múltiples idiomas, etc. Se despojo de la capa negra al ver que estaba segura y camino hacia el cuarto de baño. Era un lugar amplio, con una enorme tina al final, la cual estaba llena de agua de los lagos del Oeste. Los químicos del meteorito que había caído en la isla y el cual conformaba los cimientos de la misma se habían filtrado contaminando sus aguas y ellos preparaban el cuerpo de una manera excelente, predisponiéndolo para sanar. Una explicación simple seria que los tejidos muertos de las heridas se desprenden y células madres se instalan. Luego de tan solo media hora en la capsula de regeneración esas células se estimulan y la herida desaparece. 

Al salir de la tina April se vio por primera vez, labios hinchados con una cortada en la comisura, el lado izquierdo de su rostro totalmente violeta, los ojos rojos inyectados en sangre. La verdad es que se asustó al verse. 

-¡Y sí! Estoy horrible como para no huir si lo beso- 

¿Qué?- preguntó su prima entrando en el cuarto de baño. 

-¿Estas sola verdad?- cuestionó nerviosa mientras ojeaba la puerta. 

-Si, no me dejaron entrar a la clínica, pero me dijeron que Artemia va a estar bien- 

La Princesa de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora