April:
Si era el tipo de villano que alardeaba ser seguramente vería el anuncio, tenían acceso todos los estudiantes, funcionarios y profesores, de esa manera también podría saber si pertenecía a el instituto o era alguien enviando ordenes desde mi país. Solté las llaves de golpe y estas se estrellaron contra el suelo, estaba apretándolas tan fuerte contra mi mano que había dañado mi piel, el miedo estaba haciendo estragos en mi, y tenía que ser valiente para vencerlo junto con mi enemigo. Si vencía a "la mente maestra" pero terminaba trastornada en el proceso, todo aquel despliegue no serviría de nada, y lo mejor sería sumirme en mi propia miseria mientras espero que los demás resuelvan los problemas por mi.
De repente sentí que me faltaba el aire, como si alguien estuviera oprimiendo ferozmente mi garganta, abrí los ojos aterrorizada pero nadie estaba allí. Las lagrimas inundaron mis ojos y acto seguido mi visión se apagó, dejándome en completa oscuridad.
<<Me estoy muriendo>> pensé de inmediato, lo sentía claramente, n era capaz de respirar, ver u oír, estaba aislada sensorialmente, no sentía mi cuerpo, no sabia si seguía tendida en la cama o había caído al suelo. Estaba sola y sin fuerzas.
-Te amo- escuché a lo lejos, era un susurro, una voz tímida que parecía esperar que nadie lo escuchase. Lo reconocí al instante, era la voz de Jhon, aquello tenía que ser un sueño, él estaba lejos y jamás había profesado sus sentimientos hacia mi. Supuse que era un mecanismo de defensa que mi mente estaba utilizando para sacarme de aquel estado, fuera un sueño o solo mi mente ayudándome a sobrevivir, atesoraría aquel sonido por siempre.
Cuando logre abrir los ojos el sol me encandilo, parecían haber pasado segundos, pero ya era de día. Analicé mis síntomas y concluí que debió haber sido una especie de ataque de pánico, no poseía un basto conocimiento en aquellos temas, pero luego de los síntomas estaba viva, así que descarte el envenenamiento. Ni mi prima ni Artemia se encontraban en la habitación, yo llevaba aun la ropa del día anterior, así que supuse habrían pensado que simplemente me había quedado dormida. Por la posición del sol deduje que deberían ser por lo menos las 9:00 am. ellas seguramente se encontraban en clase a estas horas, clases a las que notoriamente había faltado.
Me cambie de atuendo, ya que el uniforme se utilizaba tan solo en el horario de clases, y decidí bajar a tomar el desayuno, buscaría una excusa cuando llegara al comedor. Entonces, cuando estaba a punto de girar el pestillo sentí el sonido de un papel deslizándose por debajo de la puerta. Me sentí orgullosa de que mi plan hubiese funcionado, tome el papel y rápidamente corrí a través del pasillo para acorralar al emisario. Alcance al chico justo antes de llegar al hall, era en extremo delgado y su expresivo rostro mostraba un claro miedo hacia mi, o hacia todo.
-¿Por que dejaste estoó bajo mi puerta?- Pregunte blandiendo el papel cerca de su cara.
-Me... Me-
-Deja de tartamudear- dije furiosa, me exasperaba la gente que no hablaba claramente- contesta mi pregunta niño- El chico tenía los ojos tan abiertos que en cualquier momento iban a salirse de sus orbitas.
.Una chica... linda, como de tu edad- comenzó a hablar y tomo aire buscando calmar sus nervios- tiene mas o menos tu edad. Me di ese papel y cien dólares para que lo dejara bajo esa puerta, nunca la había visto, ni siquiera quiero el dinero, solo tengo miedo no me hagas daño-
-¿Yo?- pregunté sorprendida por su planteo- vuelve a clases y si la ves nuevamente, repórtala en oficinas, reporta acoso o bullying-
Dejé al chico en paz, parecía que iba a ensuciar sus pantalones en cualquier momento y no quería presenciar tal suceso, de todos modos era mas que obvio que no tenía información e valor. Me quede donde pudiera verme la gente, evitar estar sola tranquilizaba bastante mis sentimientos de inseguridad. Entonces me dispuse al leer la carta, buscando mi cara de póker mas confiable, si estaban viéndome n les daría el gusto de adivinar mis sentimientos y planes.
Querida April:
Me duele tanto lo que has hecho, no has respetado las reglas del juego, y eso que eran lo suficientemente simples, incluso para tu intelecto. De veras me rompe el corazón.
Lamentablemente hay consecuencias cuando uno decide mal, y esta no es la excepción a la regla. Por lo general confiamos en que la vida o el destino se encargue de ello, algunos lo llaman calma, otros culpa, yo para ti, como dice la canción, seré el policía del karma(1).
Me lleve tanto gente como cartas que has leído fuera de tiempo.
Así es, no estas ganando el luego, solo estas perdiendo mas rápido.
Si algo te hace feliz, me veras pronto... ya Tenes las coordenadas marcadas en la ultima carta, yo voy a estar esperándote con ansias, cuando baje el sol en ese preciso lugar.
Si no apareces, las siete personas mueren, si llamas a la policía mueren, si aparecen tus guardias mueren. Lo mismo con cualquier otra alternativa que se te ocurra la cual implique que no estés aquí en completa soledad.
Ansío verte, La Mente Maestra.
El corazón me dio un vuelco, sentí un vacío en el estomago y mis manos comenzaron a temblar. Me puse en pie de un brinco y comencé a correr por los pasillos. Verifiqué en cada clase, en la habitación, el jardín, el comedor y la biblioteca, incluso en cada una de las duchas de los baños. No había señal ni de Julia ni de Artemia, habían desaparecido, bueno, para ser mas precisa habían sido secuestradas, y todo por mi culpa.
Respiré hondo intentando recobrar la cordura, necesitaba ser valiente, volver a tener la mente fría que habían entrenado desde pequeña, si no lo hacia iba a terminar en posición fetal diciéndome que nada de esto era cierto, que tan solo había sido una pesadilla, pronto me olvidaría de ella y podría volver a dormir.
Fue una gran estrategia citarme al anochecer, las coordenadas eran en el medio del bosque y tendría todo el día para volverme loca por aquellos que había secuestrado. Una maniobra brillante, pero tenia claro que la única forma de sobrevivir a todo esto era siendo fría y calculadora, no sentimental y atropellada.
Me encerré en mi cuarto y medité que iba a hacer ¿Cuál seria mi plan de ataque? ¿Cuál mi plan B? ¿Cuál mi plan de defensa en caso de que todo salga mal? Eso dependía de cuantas personas me esperaran en el sitio acordado, podría contra uno, quizá dos, pero no sabia cuan basto era el ejercito de mi adversario. Si contaba con varios secuaces probablemente perdería la batalla y solo quedaría opciones de negociación.
Cuando el sol comenzó a bajar, cambie mi ropa por un pantalón táctico, botas acordonadas y una remera ajustada. Sentí que era pertinente parecerme a Lara Croft (2) para salir victoriosa en este misión, por lo menos me daba confianza.
La tarde había cerrado gris, y mientras mas se avecinaba la noche el cielo se tornaba de un color rojizo, parecía que llovería en cualquier momento. Tomé una pequeña mochila con un cuchillo y una botella de agua, si lo se, bastante tonto el contenido. En el caso de que fuera atacada no me daría el tiempo para sacar el cuchillo de la mochila, y en el caso de que me quedara perdida en el bosque una botella con agua no seria suficiente. Pero, al igual que mi aventurero atuendo, me ayudaba a sentirme segura.
Nunca había tenido que luchar físicamente, cuando tuvo la oportunidad se paralizó. No tenía experiencias previas que pudiera utilizar, no tenía idea de si iba directo a mi muerte o simplemente a ser coaccionada.
No se sentía tan mal si esta era la ultima caminata de mi vida, la verdad es que no me había hecho a la idea de morir y tampoco había pensado en lo que ello implicaba. El aire fresco había helado mi nariz y supe que no estaba lo suficientemente abrigada para el clima nocturno.
Estaba solo a pasos del lugar acordado y mi corazón comenzó a acelerarse, mi boca se secó por completo y mi estomago daba vuelcos. Todo se detuvo cuando llegue a un claro, una figura masculina estaba esperándome, supe que definitivamente ya no había marcha atrás.
1_ Canción Karma Police de Radiohead
2_ Personaje principal de las películas Tomb Raider
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La Princesa de Hielo
General FictionUna princesa con un corazón congelado por el daño y un apuesto protector serán los encargados de liberar a una enigmática y perdida nación en medio del océano.