Capítulo 8) El baile

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April caminó de un lado al otro por los pasillos por casi media hora sin saber como resolver el conflicto, el enojo con su prima le impedía regresar a su habitación, pero a su vez no podía quedarse por mucho tiempo mas vagando en semejante apariencia. Eran pasada la media noche cuando escucho pasos y se escondió en el marco de una puerta. John había salido de una habitación, la cual supuso seria la que le habían asignado por que no estaba muy lejana a la suya. Llevaba puesto tan solo un pantalón de cachemira y una camiseta holgada. Se veía bien con el cabello desordenado y su rostro hinchado de dormir. 

-Al parecer la única que no duerme soy yo- dijo April casi en un susurro y cuando John entró al baño se metió en su habitación. A pesar de que estaba oscuro se podía ver lo ordenada y pulcra que estaba, tenia un olor fresco como a eucaliptos y limón. La cama era pequeña, la mesita de noche solo tenía un despertador y su celular, y en la otra punta de la habitación había un pequeño armario. //¿Cómo alguien puede vivir tan austero?// se preguntó April al ver que no había ni siquiera una alfombra. miró por la ventana la espesa oscuridad de la noche y luego se sentó en la cama a esperar al anfitrión. 

Unos minutos mas tarde la puerta rechino y la luz del pasillo entro paulatinamente iluminando tenue-mente el rostro de April. Estaba todo oscuro pero él la reconoció al instante. 

-¡Que demo...- gritó al verla pero se detuvo antes de concluir la frase- Majestad ¿Se encuentra usted bien?- pregunto cerrando la puerta  y encendiendo la luz. Cuando por fin pudo verla se sorprendió aun mas, traía un short con personajes de Disney y una remera sin mangas blanca ceñida al cuerpo, jamás la había visto con tan poca ropa. Sus pies descalzos estaban sobre el borde de la cama, morados por el frío. -¿Le pasó algo? ¿Por que no trae zapatos?- 

-Dejé mi habitación de forma urgente y no pude recordar ponérmelos, camine mucho rato sobre el mármol, así que mis pies de congelaron- 

-Déjeme escoltarla de nuevo a su habitación-

-De ninguna manera, yo ahí no vuelvo- 

-¿Qué sucede?- preguntó arrodillándose frente a ella. 

-Problemas con mi prima, voy a dormir aquí hoy- 

-¿Aquí?- preguntó tan sorprendido que se puso de pie. La observó unos momentos buscando algún indicio de broma, pero su rostro indicaba que estaba hablando totalmente enserio. Acto seguido corrió las mantas y se metió debajo. -Esto es un juego, vas a contar alguna extraña historia y vas a lograr que me echen. No van a traer a una persona tan paciente, sabes como es tu padre- le dijo con tono de enojo. 

-Sé muy bien como es mi padre, también tengo muy en claro el tipo de custodio que van a enviar si no funciona contigo, por eso no he hecho nada. Tuve una gran decepción... bah la noche fue una gran decepción y no quiero ir a mi habitación, no es una jugarreta, tampoco un plan macabro, solo necesito a mi amigo- dijo dándole unos golpecitos  a la cama indicándole que se sentara junto a ella. 

John demoro casi un minuto en pensar que debería hacer, su respiración se volvió fuerte y sonora y sus labios carnosos habían quedado blancos de tan apretados. Estaba dudando tanto que April rodó los ojos y se dejo caer hacia atrás en señal de aburrimiento. Frente a este gesto él apagó la luz y sin esa presión se sentó en el borde de la cama. Verla metida en su cama le generaba una sensación extraña, por un lado no se sentía para nada mal tenerla cerca, pero por otro lado la incomodidad lo invadía, la sensación de que este insignificante hecho le iba a traer grandes problemas no lo dejaba respirar con facilidad. 

-Por que no pediste otra habitación- preguntó el recostándose en el respaldo, adoptando una posición mas relajada. 

-Me da miedo dormir sola- 

La Princesa de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora