Capitulo 25) Romeo y Julieta

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"JULIETA. - ¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo? Renuncia a tu padre, abjura tu nombre; o, si no quieres esto, jura solamente amarme y ceso de ser una Capuleto." 

(Romeo y Julieta, William Shaksperare)

Me sumergí dentro de un vestido lo mas rapido que mi nerviosismo me permitió y sali a toda prisa detras de Jhon y su padre. Esta bien, yo no podía hacer nada mas que empeorar las cosas, por mas que le habia jurado una y otra vez al general que la culpa habia sido toda mía, era imposible que la intachable actitud de Jhon caera bajo mis encantos por mi, sin ninguna otra razón aparente, su padre le conocía bien.  

-¿Qué ha sido eso muchacho? ¿Pero es que acaso quieres morir?-

-Lo siento padre, si ese es mi castigo lo enfrentare con honor para no ensuciar tu nombre- 

-Pero si ya lo has hecho, ya has ensuciado mi nombre- 

-Entonces moriré por mi delito- 

-La verdad es que no te entiendo, entre tanta chica vienes a besar a la que carga una maldición-

Jhon no respondió. 

-No voy a condenarte a muerte, eres mi hijo. Además tu madre volvería desde su pacifico descanso para matarme a mi y llevarme al infierno si siquiera hozo hacerte daño- 

-Mi madre me entendería eso es cierto- 

-¿Entender? ¿Entender qué?- 

-Estoy enamorado de April, no puedo evitarlo, no pude hacerlo. Bajo todas las circunstancias reprimí lo que sentía, me lo guarde para mi mismo, intente ser frio y distante con ella, me aleje por años, incluso quise autoconvencerme de que tan solo era un sentimiento de amistad, que solo la quería mucho como amiga y estaba confundido. Pero la amo, nunca sentí esto por nadie, nunca quise conocer  nadie mas que no fuera ella. No quiero a nadie en mi vida si no es ella y moriré si es lo que me merezco por amar- 

-Ay Jhon- se lamentó su padre deseando no haber escuchado aquello. 

-Tengo prohibido besar, abrazar y caminar de la mano con la mujer que amo, pero se me permitió protegerla- 

-Esto es por su compromiso, es un arrebato de celos- 

-Es mas que eso, él no la merece- 

-Tu eres maravilloso hijo, creeme que lo digo con total sinceridad, no hay hombre igual a ti en todo este mundo. Eres fuerte, amable, con un corazón de oro, inteligente, astuto, estas repleto de virtudes. Pero la princesa no se fija en las virtudes a la hora de casarse- 

-Si le van a matar exijo el mismo castigo- le dijo April de forma decidida haciéndose presente en la charla. 

-Princesa- contestó el general haciendo una reverencia.- Perdóneme, pero no puedo ejecutar a mi hijo- 

Una lagrima de alivio rodó por la mejilla de April y Jhon siguió su recorrido con los ojos. Respiró hondo y se marcho, decidiendo que aquella era la mejor solución a todo, después de comprobar que no sufriría el castigo que la ley demandaba ella podía irse en paz.  Todo el alboroto no la había dejado disfrutar del momento, se sentó al borde de la cama y sonrió sintiendo un cosquilleo en los labios. 

Con determinación se irguió y salió a toda prisa en busca de sus confidentes, no podía decirle lo del beso a nadie, ni siquiera a ellas, si alguien de alguna forma lo escuchaba Jhon moriría y su padre seria enviado a prisión por alta traición a la corona.Ahora April necesitaba respirar hondo y ordenar sus pensamientos para no cometer ningún error. Julia y Artemia subían sonrientes la escalera cuando se cruzaron con April a la mitad. 

-A mi habitación- les ordeno mientras corroboraba que no hubiera ningún guardia cerca. Ambas entraron confusas y con el ceño fruncido. 

-¿Está todo bien?- le preguntó Artemia reprimiendo el impulso de tomarla del brazo para detener su andar nervioso por todo lo ancho de la habitación. 

-Tengo miedo de que haya micofonos en mi cuarto- 

-¿micrófonos?- se espanto Artemia. 

-En realidad no lo creo, pero si llegara a haber estaría en serios problemas- 

-¿Y Ahora que hiciste?- preguntó Julia espantada pero a su vez reprendiendo. 

-Tenemos que cancelar la boda, hay que anularla de cualquier manera posible- 

-Si hay micrófonos prefiero irme, ni siquiera soy legal en este país y me estas pidiendo ayuda para arruinar la boda de la princesa- 

-Vos sabes que no esta bien, conoces el mundo y sabes que este régimen esta obsoleto- 

-Sin embargo se sigue utilizando en muchas partes del mundo por las familias aristocráticas y la high society. Es difícil, no lo sufri por que soy la hija bastarda, pero creo que primero deberías plantearte si es evitable- 

-Un golpe de estado- dijo Julia mientras se miraba las uñas- No me miren asi, sos la futura reina y solo tendrías que lograr convertirte en reina antes de la boda,, asi tendrias mas poder que tu padre y podrías anular la unión, entrando en un posible conflicto bélico con el país mas poderoso del archipiélago, y teniendo de tu lado tan solo a campesinos, la guardia real y tus dos amigas que no inspiran nada de miedo- 

-Una guerra no es opción, siempre fuimos un pais pacifico y lo seguiremos siendo, no quiero ni siquiera que nombren la posibilidad de entrar en conflicto. Si anulamos la boda ya encontrara la manera mi padre de llevarse bien y llegar a un acuerdo con esa reina presuntuosa y violenta- 

-Entonces quieres desterrar al Rey, tu padre... hay manera de hacer elecciones?- 

-No, la única manera de asumir antes de su muerte es declararlo como no apto para desempeñar sus funciones- 

-¿Y eso seria?- 

-Mandarlo al manicomio donde enterraron a su hermano. si, declararlo loco- 

-No había necesidad de ser tan dura- 

-Solo dije la verdad- 

- Necesito que alguien duerma acá por mi hoy, y tienes que ser tu prima querida- 

-Yo ¿Por qué?- 

-Por qué si te encuentran mi padre no va a dictaminar que maten a su sobrina, si encuentran a una extranjera poco le va a importar que se pudra en la cárcel-

-¿Dónde piensas dormir?- 

-Eso se los cuento después- 




La Princesa de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora