Finalmente los días habían transcurrido desde aquel incidente, asomándose el día para ir hacia ciudad Aqua, hacia la mansión del Duque Arcadia.
Desde temprano el Palacio Cristal se vio envuelto en un gran alboroto ya que, la señorita que la Emperatriz había refugiado en el Palacio acompañaría a su Alteza, el Príncipe a un banquete... nadie se lo esperaba, ni yo, si no fuera por mi ambición.
En mi habitación se encontraban de alrededor de ocho sirvientas ayudándome a prepararme, no me había dado cuenta que habían arreglado mis cosas para el viaje como la ropa que utilizaría. En el momento que trajeron el vestido para que me lo pusiera, este era de una falda amplia pero llegaba debajo de las rodillas, siendo decorado por listones con rayas y en la parte superior con más listones y encajes de tonos amarillentos... un vestido demasiado elegante.
— Levante más su rostro, señorita —
Aparte de vestirme, parecían muy encantadas de dar un leve maquillaje a mi rostro.
— Parece que su rostro no necesita maquilla, el tono de su piel es muy llamativo sin nada. Tú, tráeme ese adorno para el cabello —
No sé si era verdad pero, mi rostro parecía más vivo y fresco además, mi piel ya no se notaba lo bronceado. De un momento a otro, se encontraban arreglando mi cabello... espero que puedan, ha crecido mucho últimamente que hasta a mí me cuesta peinarlo.
— Tráeme otro pasador —
Ladee el rostro y en eso vi, que una sirvienta traía una caja en donde guardaba las gemas que recibía de Hans y... la aguamarina que Alex me había regalado.
— Esta joya le quedara perfecto con el vestido —
Cuando vi, habían sacado la gota para colocarla en un collar para después ponerla en mi cuello... si se están tomando muy enserio en arreglarme.
— Señorita ¿está bien si cambiamos también sus aretes? —
Al poner mis manos en mis orejas, pude sentir los aretes que me había regalado Bruno... estos eran jade negro.
— Déjalos, están bien —
— Como diga ¿está bien si colocamos un poco de brillo en sus labios? Aunque creo que no lo necesite, sus labios son rojos —
Miraba como una sirvienta se había acercado a mí con el maquillaje ¿saben? Estoy haciendo todo lo posible para controlarme y no sacarlas a todas a patadas porque hay muchas personas a mí alrededor.
— Está bien —
Era la primera vez que usaba maquillaje así que, no sabía cómo responder o que decirles cuando me preguntaban algo.
— Ya está lista, señorita —
Al levantarme del tocador me dirigí hacia el enorme espejo que tenía en la habitación, al estar enfrente de este pude ver algo... ¿¡Esta soy yo!?
Mi cabello había sido recogido hacia un lado adornado con hortensias azules mientras que mi flequillo había sido peinado de otra manera, mi rostro seguía siendo el mimo pero le daba más brillo por mis labios. El vestido que llevaba hacia resaltar la figura de mi cuerpo mientras que los tacones, mis tobillos
Me siento extraña.
— Señorita, la esperan afuera —
Dándome la vuelta, decidí salir ¿me escoltaran en donde se encuentre Alex? Saliendo de la habitación pude ver a Marks parado.
— ¡Ojitos! Buenos días —
— Buenos días Marks —
Respondiendo a su saludo sonría con carisma mientras que de la nada se quedó en silencio.
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The secret of a Kingdom: Saga Beryl
FantasiaDespués de vivir dos largos años en los Palacios Imperiales mi vida se ha trastornado a color de rosa. Pero sin esperarlo, este se comenzó a corromper. - ¡Alex! - Una suave voz llama por mi nombre sin cesar, mientras que sin titubear habla sobre el...