Capítulo 37: Lo que he pensado de ti durante dos años - Parte II

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— ¡Hola! —

Al escuchar su voz ella dio un sobresalto haciéndose para atrás, tropezando con sus zapatillas provocando que callera al suelo.

— ¡¡Aaahhh!! —

Al ver lo que había pasado se asustó por un momento... nunca deseo que ella se callera. Pasando por encima del barandal para acercarse a ella extendía su mano para ayudarla a levantarse, pero por su parte su rostro estaba seria e hizo a un lado su mano... aun no entendía el comportamiento de ella, pero deseaba averiguarlo.

— No necesito tu ayuda —

Sus intentos de levantarse parecían inútiles gracias a sus zapatillas que poseía un poco de tacón ¿ella no está acostumbrada a ese tipo de calzado? Había olvidado el motivo para hablarle, esto le parecía divertido. Sonriendo levemente gracias a la situación en la que se encontraba envuelto. Decidió agacharse para ponerse en cuclillas a la par de ella.

— Está bien si no deseas tomar mi mano, pero puedes agarrarte de mí para levantarte —

Su mirada seria y profunda no había cambiado al contrario, parecía más devastadora que antes... esa mirada le provocaba escalofríos. Finalmente sus intentos dieron frutos y pudo colocarse de pie sin agarrarse de él.

—Parece que te asustaste demasiado, jaja —

Sonreía levemente para evitar el incómodo momento que había pasado, pero ella lo empezó a ver con desprecio... no era culpa de él que ella no se diera cuenta de su presencia

— ¿Te parece gracioso asustarme? —

— Ah...bueno es que, nunca espere esa reacción de tu parte —

Apenas había terminado de hablar cuando ella hablo con un tono de voz firme y molesta a la vez... demostrando autoridad.

— ¡Adiós! —

Dándose la vuelta se alejaba de aquel jardín de rosas. Desconcertado, el joven Príncipe miraba como aquella niña se alejaba como si nada... ¿ella sabrá que él es el Príncipe Heredero?

— ¡Ey! ¡No te vayas! —

Ignorando su petición ella seguía caminando... esto le provocaba diversión, nunca espero que una persona lo ignorara de esta manera, si no sabía quién era él seguiría jugando como un anónimo.

Cuando finalmente se había decidido en ir por ella, una leve palmada había sido dada en su espalda y con ello una voz familiar había resonado.

— Oye Alex ¿En serio no puedes cotejear una mujer? Cotejeando nivel Alex—

Al voltear molesto, sabía que se trataba de Marks, quien había dicho una "critica constructiva"

— ¡C-cállate! —

— Ni siquiera preguntarle el nombre a una mujer puedes—

Molesto, se había propuesto averiguar su nombre... ahora ya no deseaba saber nada acerca de su madre, si no que de ella... quien era.

— ¡Soy un Príncipe, no un roba corazones! —

— Si tú lo dices ¿y ahora a dónde vas? —

Se había empeñado en seguirla... si ella no estaba acostumbrada se perdería con gran facilidad... no sería difícil de encontrarla.

— ¡A preguntarle su nombre! —

— ¡No tienes remedio! —

— ¡Lo sé! —

Llegando a los pasillos del Cristal en su búsqueda para encontrarla había dado frutos... sus ojos zafiros voltearon a ver aquel vestido verde claro y esos cabellos rubios. Como si sus palabras se habían hecho realidad, aquella niña miraba alrededor... estaba claro, estaba perdida.

The secret of a Kingdom: Saga BerylDonde viven las historias. Descúbrelo ahora