La noche finalmente se había asomado por la ventana, los fríos vientos del invierno cada vez desaparecían diciendo adiós mientras que yo esperaba tu regreso.
— ¿En serio no vendrás? —
Una parte de mi deseaba salir a buscarlo, pero otra parte de mi deseaba quedarse aquí para darle su tiempo. Desde que fue el duelo no había salido ni un momento de mi habitación mientras que la mucama pecas- sin pecas salía y entraba a la habitación intentando convencer de caminar un poco.
— Nunca pensé sentirme así por una persona, es odioso —
Recostándome sobre mis rodillas, estaba sentada en el alfeizar observando la luna, la cual era luna nueva.
— Eres tan hermosa para verte yo sola—
Espera... ¿Qué rayos estoy diciendo?
— ¡Aahh! Estoy loca —
Agarrando una almohada que había cerca de mí la tire con fuerza hacia la puerta, para nuevamente acostarme sobre mis rodillas.
— Si deseas yo puedo hacerte compañía —
¿Esa voz? ¿Alex? Al dirigir mi mirada hacia aquella voz familiar me di cuenta que se trataba de él ¿q-que hace aquí? ¿En qué momento entro?
Caminaba hacia mí para luego, sentarse en el alfeizar y observar por la ventana.
— Es verdad, es hermosa —
Formándose una ligera sonrisa en sus labios hablo con un tono melancólico y solitario...pensé que no te volvería a ver en todo el día pero apareciste de la nada.
— Alex —
— Mira la luna —
¿Qué? ¿El acababa de callarme indirectamente?
— A-Alex —
— Mira la luna en silencio —
Aquella sonrisa había desaparecido tensando sus labios mientras que en su mirada ya no apreciaba la luna si no, molestia.
— ¡A-Alex! —
— Guarda silencio —
A pesar de llamarlo, él no me volteaba a ver ni un segundo, en verdad tú ¿me odias? Si es así, desearía que me lo dijeras a los ojos para terminar con esto de una vez. Mis manos se encontraban con un ligero temblor mientras que mis ojos y vos con un leve llanto... nunca quise que todo terminara de esta manera.
Levantándome del alfeizar me había puesto enfrente de él... la única manera que me mires a los ojos es gritarte en la cara, no me importa ahora mismo quien seas, eres un humano al igual que yo, no debo de temer.
— ¡Si ya no quieres saber de mi simplemente dímelo! Pero... pero... ¡no me ignores! —
Al gritar eso, mi respiración se agitaba mientras sostenía mi vestido, una que otra lagrima se deslizaba por mis mejillas y el... volteo a verme.
— Sé que no actué correctamente a pesar de todo lo que viste, no necesitas decírmelo para saber que estas molesto conmigo, pero por favor, dime cómo te sientes para que lo entienda mejor, soy una novata con las emociones pero are lo mejor para entenderlas —
¿Estaría bien decir eso? La única insensata aquí era yo, siempre hacia a todos a un lado cuando ellos estarían a mi lado, como una tonta ignorante.
— Ya es un tonto cuento decir perdón o lo lamento cada vez que hago algo incorrecto así que por última vez, escucha mi tonto cuento —
— Ya basta —
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The secret of a Kingdom: Saga Beryl
FantasyDespués de vivir dos largos años en los Palacios Imperiales mi vida se ha trastornado a color de rosa. Pero sin esperarlo, este se comenzó a corromper. - ¡Alex! - Una suave voz llama por mi nombre sin cesar, mientras que sin titubear habla sobre el...