Mientras que aquel joven Príncipe se dirigía hacia el despacho de su madre, su escolta lo seguía por detrás con toda la investigación en mano... era momento de romper aquel ridículo compromiso sin esperanzas.
Al llegar, se paró lo más firme posible mientras observaba aquella puerta de madera. Dirigiendo sus nudillos a ella toco ligeramente. Sin esperar alguien abrió viendo que se trataba del ministro de defensa.
— Deseo hablar con la Emperatriz —
— Adelante su Alteza —
Se había adelantado para evitar escuchar aquel discurso como saludo... debía ser eficaz, no debía perder el tiempo.
Al entrar su madre había colocado la pluma con suavidad sobre el escritorio mientras lo miraba sin decir nada... había logrado atraer su atención, no debía de perder esta oportunidad.
— Marks —
Rápidamente su escolta coloco todos los documentos sobre el escritorio, el rostro de curiosidad de su madre hacia que nuevamente sus ojos se dirigieron hacia aquellos zafiros.
— Todos estos documentos son de una investigación que he hecho hacia el Reino de Last... con todo esto he descubierto que el Reino esta... —
— En bancarrota, lo sé —
No se lo esperaba ¿su madre sabia de esto? ¿Entonces porque había permitido todo esto?
— ¿Cómo creías que dejaría que el Príncipe Heredero se casara con una estúpida Princesa? —
Su voz resonaba por el gran despacho mientras se colocaba de pie. Sus ojos celestes miraban aquel chico enfrente de ella sin perder vista de nada, de ningún detalle.
— Una princesa que no sabe cuál es su lugar, ignorante e inmadura que no logro ni siquiera traer honor a su Reino y que golpeo a mi Liz —
Todo lo que decía era verdad, pero ese "mi" sonaba de su propiedad y no como cariño. Ella también era un humano, lloraba y ríe como todos... ella también tiene emociones y sentimientos, no era un objeto.
— Te estaba poniendo a prueba, si eres capaz de percibir todo lo que te rodea... y no me equivoque —
Nuevamente aquella Emperatriz se dirigía a su asiento para seguir hablando de ahí mientras que su hijo solo la observaba en silencio.
— Enviare una convocatoria a ese gusano, así que en tres días ella estará por aquí, prepárate correctamente —
— Entiendo, como usted diga —
— Ten en cuenta esto —
Esas palabras era como leer en un libro un "sin embargo" había una cereza en el pastel para darle el toque final.
— El compromiso llegara a su fin, seguiremos con los tratos, pero también iniciaremos una revolución —
¿Una guerra?... ¿de la nada?
— Esas tierras necesitan a alguien digno de ellas, en el día que llegue tu mayoría de edad tu irás a esa guerra... demuestra que eres un futuro Emperador digno de este Imperio —
Guerra... sabia como era estar en una y huir de ella. A los 18 años sus manos ya estarían cubiertas de sangre...lo haría por su papá.
— He entendido todo perfectamente, me retiro Majestad —
Inclinándose se daba la vuelta... hasta que su mente recordó algo importante.
— Su Majestad, solicito una cosa más —
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The secret of a Kingdom: Saga Beryl
FantasíaDespués de vivir dos largos años en los Palacios Imperiales mi vida se ha trastornado a color de rosa. Pero sin esperarlo, este se comenzó a corromper. - ¡Alex! - Una suave voz llama por mi nombre sin cesar, mientras que sin titubear habla sobre el...