The secret of a Kingdom: Saga Beryl

Capítulo 34: Recuerdos pesados y otros vergonzosos

El sol nuevamente volvió a brillar con fuerza, dando señal que sería un hermoso amanecer y los pajarillos; a entonar sus melodías con gran armonía.

Finalmente había amanecido y conmigo había despertado, sentándome en la cama mientras estiraba mi cuerpo y vi a mí alrededor... Misha no estaba ¿fue a la ciudadela? ¿Estará esperándome afuera?

Me levanté de la cama y empecé a caminar por el cuarto viendo a los alrededores y encontré una nota sobre la mesa.

"Te espero en el bosque, no tardes"

¿Bosque? ¿Cuál de todos? ¡Si hay demasiados bosques en Luxia!

*suspiro*

Agarre mi ropa y empecé a vestirme, aliste mis cosas con ello, Misha me había dejado las cuerdas con garfio, tomé el sombrero y el arete colocándolos en su lugar correspondiente.

¿Ahora vamos a jugar a las escondidas? ¡Sí no hay tiempo para jugar!

Salí de la habitación bajando las escaleras, dirigiéndome a la recepcionista que era una señora como encargada ¿tal vez Misha le dijo algo?

— Señora disculpe ¿no vio a una chica pelirroja? —

— ¿Chica pelirroja? ¿La que venía ayer con usted? No, no la he visto joven—

¿Escuche bien? No me digas que... sí, eso creo... Misha escapó por la ventana.

Agache mi cara tapándola con mi mano... esta mujer me saca de mis casillas

*suspiro*

Salí de la posada dirigiéndome hacia el caballo que me había prestado la Emperatriz y.... ¡Oh, qué genial! ¡Tampoco está el caballo!

¡Misha! ¡No solo te largas sin decir nada y también te llevas el caballo!

Agarre el sombrero con furia tirándolo al suelo.

— ¡¡Aahh, mierda contigo!! —

*jadear* ¡Da igual, total tengo el arete puesto!

Las personas que pasaban por ahí me miraban de reojo captando cada movimiento que hacía, no me miren... es incómodo, demasiado incómodo.

Entre ese grupo de personas había uno de señoritas murmurando cosas sin sentido.

— ¿Ese chico es un espadachín, cierto? —

— ¡Mira! ¡Su cabello es muy rubio, es hermoso! —

— ¡No solo eso! ¡Mira su rostro, parece un ángel! —

— ¿Estará buscando prometida? ¡Kya! ¡Es mi oportunidad! —

*escalofríos*

Sólo de escucharlas mi piel se erizaba por completo, espera....esas mujeres hablan de mi p-pero yo....yo.... ¡yo soy mujer!

No, no puede ser verdad, esto no me puede estar pasando a mi ¡Dime que no es cierto! ¡Ahora no por favor!

Coloqué mis manos sobre mi cabello haciendo que se revolvieran entre ellos dándoles la espalda a aquellas mujeres.

De repente, sentí que alguien tocaba mi espalda con timidez.

— D-disculpa—

Me giré para ver de quien era esa voz cuando... es una jovencita del grupito ese, con un rostro sonrojado... ¿espera, qué?

*inhala* *exhala*

¡Bien! Tranquila, tú puedes hacerlo, solo compórtate sin atención y se irán como el viento.