Como de costumbre, varios sirvientes ya se encontraban en su puerta esperando la orden para alistarlo... pero él ya estaba harto de ese tipo de vida ¿acaso no podía hacer otra cosa que llenar papelería? Haciéndolo por su cuenta salió de su habitación, los sirvientes al verlo salir simplemente se inclinaron para saludarlo y con ello, su escolta ya lo esperaba con la papelería en mano. Parecía que Marks pedía a gritos que el Príncipe huyera de su despacho.
— Buenos días Alteza —
— Buenos días Marks —
Mientras que su escolta sonreía como de costumbre el joven Príncipe miraba con asquerosidad todos los documentos... era un hecho que parecía un esclavo indirectamente.
Al llegar al despacho el Príncipe se sentó viendo que sin pedirlo ya estaba servido su té rojo junto con su desayuno, con ello Marks dejo caer toda la papelería para así, alejarse lo más que podía de él ¿Qué sucedía para que hiciera eso?
En el momento de agarrar el primer manojo de papeles leyó... "Presupuesto del festival Otoño" rápidamente soltó el documento.
— Marks... ¿Cuándo me pensabas decir esto? —
— La Emperatriz rechazo el presupuesto que hizo el ministro de economía así que lo dejo bajo tu cargo —
Al agarrar su taza té la miraba con algo de disgusto... ni su té rojo seria lo suficientemente fuerte para relajarlo.
— Tráeme un té de manzanilla y ganas para hacer esto —
Sin dudarlo, su escolta salió corriendo del despacho para ir por su té mientras que el joven Príncipe miraba la montaña de papelería... no deseaba imaginar el trabajo que tendría una vez que fuera Emperador.
— Este idiota no puede hacer nada ¡Are que te bajen el salario, por idiota! —
Enojado, comenzaba a jalar cada documento para leerlo y analizarlo. Si era el príncipe heredero no significaba que lo explotaran de esta manera, pero su mano derecha parecía arder en llamas escribiendo el presupuesto nuevo para presentarlo ante la Emperatriz.
Deteniéndose, prefirió levantarse de su asiento para abrir la ventana, tal vez el aire frio del otoño lo relajaría un momento y lo haría olvidar su mal humor.
— Te sugiero que no intentes escapar —
Suspirando profundamente el joven príncipe volvió a tomar asiento mientras bebía el té de manzanilla.
— ¿Crees que soy tonto para hacerlo en este momento? No deseo que madre me castigue mandándome toda la papelería de Milan —
*toc* *toc*
La puerta de su despacho estaba siendo tocada... no había ninguna audiencia en su agenda el día de hoy, aunque tuviera no tenía el humor necesario para atenderlos... no deseaba escuchar a un noble que viniera hasta la capital solo para presentarle a su hija.
— Príncipe, tiene una visita —
Al escuchar esa voz, supo que era Elizabeth la dueña. Al verla, ella sonreía sarcásticamente como de costumbre... si fuera Milan, vendría ella personalmente.
— No tengo visitas en mi agenda, dile que haga una audiencia estoy ocupado—
— ¿Está seguro el Príncipe de no ver quién es? —
¿Qué estaba tratando de decir esta mujer? Si antes no la soportaba ahora mucho menos por la actitud de su hermana menor... ¿Cómo se sentiría Liz al saber que esta mujer era la hermana mayor de Isabel?
— Marks, mira quien es —
Al hablar de mal modo, su escolta se dirigió a la puerta para ver quién era y sin esperarlo escucho una solitaria voz.
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The secret of a Kingdom: Saga Beryl
FantasíaDespués de vivir dos largos años en los Palacios Imperiales mi vida se ha trastornado a color de rosa. Pero sin esperarlo, este se comenzó a corromper. - ¡Alex! - Una suave voz llama por mi nombre sin cesar, mientras que sin titubear habla sobre el...