En el momento que venían de regreso de la ciudad Aqua notaba a su hermana menor intranquila y con un rostro agitado en el carruaje ¿Qué era lo que le preocupaba? No sabía ¿era por lo que había hecho esa noche? Ni el mismo sabia como logro perder el control de esa forma, intentándola besar pero rápidamente se dio cuenta de su atrevimiento.
No era lo correcto, ella es una hermana menor para él nada más.
Pensó que estaba cansada pero ella simplemente, se encontraba perdida peleando con alguien. Así que decidió en decirle que pararan y comieran, aun parecía no segura hasta que ella decidió hablar.
— Y-yo... presiento algo malo —
¿Qué era lo malo que presentía? Había dudado un momento pero decidió darle confianza para ignorarlo. Cuando comían la vio relajarse más sonriendo como de costumbre hasta que... hubiese sido mejor escucharla y no ignorarla.
Una flecha de la nada había aparecido atravesando la taza de té de su hermana menor, nunca espero un ataque los sorprendiera de esta manera.
— ¡Aléjate, Liz! —
Si se dispersaban y corrían a diferentes direcciones los arqueros se les haría mucho más difícil atinar en el blanco pero lo que más le preocupaba: "Su cuerpo ha estado débil por tres días seguidos" no deseaba que ella enfermara en esta situación.
Con ello, finalmente habían aparecido los guardias, pero solo eran tres ¿¡qué clase de bandidos habían logrado matar a los caballeros imperiales que los escoltaba!?
Sin dudarlo, los forasteros habían aparecido diciendo lo que deseaban... era a ella ¿la hija del Marque Müller llegaría estos extremos solo por perder un duelo? No creía que ella estaría loca para hacer esto y más que él estaba con Liz.
No quedaba de otra, evitaría hasta lo imposible en que le pusieran una mano encima, no dudo empuñar su espada y defenderla hasta que se dio cuenta de algo, el rostro de ella se encontraba perplejo al contemplar todo el panorama sangriento a pesar que deseaba ser un caballero aún no estaba lista para ver estas cosas.
— ¡Liz, regresa al carruaje! —
Esa sería la única manera que ella no viera eso y que lograra escapar mientras él y los otros caballeros los retenían pero ella, ignoro sus palabras decidiendo pelear a su lado, a pesar de lo que se le presentaba se llenó de valía con los miedos en sus manos. Pero esa valía, podía convertir sus blancas manos en manchas profundas de sangre y por supuesto, noto rápidamente que ella las mancharía... ese ingenuo canario se convertiría en cuervo y si seguía hasta en un buitre, no lo deseaba.
Rápidamente corrió hacia ella para que lo evitara, sus ojos temblaban demasiado y sus manos estaban heladas... aún no está preparada mentalmente para hacerlo, no quería que todo enfrente de ella se volviera monocromo.
Ya no deseaba seguir viéndola de esta manera, su vestido había desgarrado, sus pies estaban descalzos y con ello manchada de sangre. Rápidamente grito a un caballero para que huyera con ella, él y los otros no dejarían pasar a los forasteros para que la siguieran... ella debía llegar sana y salva a la Capital.
Finalmente ella se iría sin esperarlo, ella tomo sus manos, su rostro lloraba con desesperación pidiendo a gritos no abandonarla... no la abandonaría, cumpliría la promesa que se hizo hace dos años.
— Todo va a estar bien, regresare a tu lado —
— Promételo... ¡Prométemelo! —
— Te lo prometo, espera pacientemente —
Se lo prometió, eso haría que se tranquilizara y no perdiera las esperanzas pero nunca se esperó que ignorara a todos y usara su poder curativo, nunca la había visto utilizar de esta manera la luz blanca brillaba a gran intensidad curando sus heridas y dándole nuevas energías... ella lo ayudaría a resistir y cumplir la promesa que le acaba de hacer.
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The secret of a Kingdom: Saga Beryl
FantasiDespués de vivir dos largos años en los Palacios Imperiales mi vida se ha trastornado a color de rosa. Pero sin esperarlo, este se comenzó a corromper. - ¡Alex! - Una suave voz llama por mi nombre sin cesar, mientras que sin titubear habla sobre el...