¡Bienvenidos damas, caballeros, no binarios, intersexuales y seres pertenecientes al género fluido a esta bella historia! ¿Desean saber más sobre ella? ¡Sigan leyendo!
• Se trata de One Shots del juego otome de la compañía Beemoov: Eldarya, por ya d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el C.G se celebra una fiesta: el cumpleaños del último dragón de Eldarya, Lance.
Si bien a Karuto no el terminaba de agradar el dragón, le hizo un verdadero festín, con carne, ensalada, frutas, postres, y snacks.
El aire festivo que rondaba en el C.G; Karenn y Chrome bailaban plácidamente en el centro de la cantina junto con Ewelïn y Huang Hua. Mathieu se estaba comiendo todos los sandwiches de miga. Koori estaba ligando con una chica de la guardia sombra de pelo celeste y ojos bicolor. Huang Chu y Jamón estaban intentando entender lo que decía Adlaric. Nevra estaba hablando con Erika y Leiftan, que a pesar de que habían peleado los primeros días, ya estaban mejor. Y el homenajeado no dejaba de mirar un paquete largo y rojo con un moño negro: el regalo de Pilar.
Todos los años, sin falta, en su mesa o habitación había un regalo rojo de moño negro, hecho por su ex-cuñada, sin embargo, ella nunca asistía a su cumpleaños y nadie, absolutamente nadie, sabía a dónde iba. Solo se conocía que salía del C.G al bosque.
Desde que descubrió de quién eran los regalos le recorría un escalofrío extraño, como su ex-cuñada era una bruja y estaba dolida tenía miedo de lo que pudiera contener, si algún veneno, una maldición o cualquier otra cosa que pudiera hacer una bruja, aunque siempre terminaba ser algo completamente inofensivo. Aún así le incomodaba, ya que siempre hubo un ambiente tenso entre él y ella.
En poco tiempo era hora de cortar el pastel.
Todos se pusieron al rededor del obsidiano, quién ponía su mejor sonrisa para no parecer mal educado.
Sopló las velas y, mientras todos comían, él abrió el regalo de Pilar.
Resultó ser, ni más ni menos que un collar de cuero negro, con un cuarzo blanco en forma de prisma en como dije con una nota adjunta.
«Era de él, se lo regalé en nuestro primer aniversario y lo mantuve guardado desde que murió, pero ahora no hace más que comerme la cabeza con su sola presencia. Es probable que me arrepienta de dártelo, pero no puedo pedir que me devuelvas un regalo. Aunque no lo creas, con cariño
Pilar.»
Lance analizó con detenimiento el accesorio, y finalmente se lo puso.
No lloraba, pero un nudo se instaló en su garganta, era raro llevar colgado del cuello un regalo de aniversario de su hermano, sabiendo lo mucho que él quería a Pilar.
No aguantó demasiado con el collar puesto y lo colocó de nuevo en la caja, las emociones le podían, el arrepentimiento le carcomía.
Se fue de la cantina y dejó el regalo en el fondo de su armario, ya vería si lo devolvería, lo dejaría ahí para siempre o tiraría.
Y, sencillamente, volvió a su cumpleaños a gozar de las celebraciones con el resto de los miembros del cuartel.
Mientras, en el bosque había una bruja arrodillada frente al roble dónde debajo yacía el cadáver en descomposición de su amado.
Había unas flores blancas sobre las raíces salientes del joven roble que, a pesar de sus 7 años, ya era enorme. A su lado había una vela que alumbraba con luz tenue la oscuridad del bosque, y un incienso que dejaba ver su huo cuando la vela lo alumbraba.
Pilar retiró su collar de cuero negro con un cuarzo blanco en forma de prisma como dije, y lo dejó a los pies del árbol.
Con los ojos empañados y rojos comienzo a cantar:
—Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas mi mimoso… que los cumplas feliz… —entonó a la vez que finas lágrimas saladas bajaban de sus ojos a su clavícula, dejando nada más que un mar de recuerdos y una pena latente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sí, sí, sí, sí, sí, soy tremenda hija de puta que no podía hacerle un cumpleaños feliz a los nenes, sorry not sorry.
