Good 4 u (Leiftan)

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New Era (leer bajo su propio criterio de spoilers)

Dedicado a mi traumada favorita.

Al despertarse del Gran Cristal, todos saben (o suponían) que Leiftan no era el mismo de antaño, que ya no sonreía a desconocidos, que ya no irradiaba esa luz tan clara y perfecta; que tal vez eso mismo era lo que algunos de sus conocidos sentían como falso en su carácter, y sin dudas, así lo era. Ya es un hecho que todos conocen.

Tras Leiftan salir de ese cúmulo de roca blanca, celeste y gris, la mayoría evita su presencia y le lanza miradas de odio y repulsión, y a pesar de toda la culpa reposada en la espalda del daemon, no entiende como puede suceder una incoherencia tan grande como la que ahora ocurre en el C.G.

Pero, al igual que muchas otras veces; para entender (o no) algo, primero hay que hacernos preguntas.

La de Leiftan es muy simple, tan simple que se torna compleja.

«¿Por qué él sí y yo no?» piensa Leiftan.

Esa es la duda que carcome su alma y mente.

¿Por qué habían perdonado a Lance y no a él?

Pregunta sin sentido y sin respuesta, solo podemos deducir que se debe a la conducta en sí de los individuos, cuya lógica la guía la incoherencia; y no hay camino que guíe a la última.

Y sobre todo ¿Qué vio su antigua novia en ese patán como para robarle la atención que alguna vez fue de él?

¿Será él el problema quizá?

No lo sabía y tampoco lo quiere descubrir. La presión ajena para que vuelva a su antiguo yo, con sus caóticos pero fuertes poderes lo mataba de a poco. Quiere redimirse y hacer las cosas como deben ser hechas y no se lo permiten.

Lo que me más le dolía, sin duda alguna, era la perdida de su amada. Esos ojos lilas ya no estarían en su camino, tampoco su risa, altruismo y andar elegante. La razón por la que había decidido cambiar en primer lugar ya no estaba ¿Entonces por qué seguir?

Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. Perdió la cabeza y pasó la noche en el suelo del baño. El llanto solo iba en aumento. Todo el estrés acumulado se iba en cascadas de agua salada, todas la penas y toda la ansiedad se iban para dejar espacio a las que venían.

Cerca del amanecer pero en ese tiempo donde aún no se ve ni un rayo de sol, sintió la puerta del baño abrirse, una voz grave y una risilla traviesa.

Si no hubiese escuchado tantas veces esas voces no las reconocería, pero las conocía del derecho y del revés; eran Lance y su ex.

Mantenían una conversación demasiado enérgica y erótica para su gusto, pero no podía salir del cubículo del baño o lo verían. Se abrió una ducha y dejaron de hablar para comenzar a gemir.

«Bueno, bien por ustedes, supongo avanzaron muy fácilmente» pensó el daemon.

Harto de escuchar lo que alguna vez vivió, tomó su coraje y rabia (porque cuchillo no tenía) y salió del baño. Irremediablemente, golpeó la puerta con toda la ira acumulada. Recorrió los pasillos cabizbajo y a alta velocidad; quizá si no hubiera ido tan rápido ni furioso hubiese sentido la puerta abrirse y otros pasos acercase.

One Shots de EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora